- Esta noche, a las 2.00 de la madrugada los relojes volverán a adelantarse sesenta minutos y Euskadi volverá así al horario oficial de verano, con la eterna polémica acerca de los beneficios reales de este ajuste, que se produce dos veces al año.

En los últimos años, diversos expertos en la materia han defendido la necesidad de fijar una hora y mantenerla todo el año ya que diferenciar entre horario de invierno y de verano "podría tener sentido hasta hace cuarenta o cincuenta años pero no tanto ahora" cuando, según explicó Ricardo Irurzun, de Ecologistas en Acción, a raíz del último cambio horario, "no hay forma de comprobar si se ahorra o no energía".

Lo que sí está comprobado es que la variación de horas de luz afecta al cuerpo humano y "aunque nos adaptamos rápidamente a un cambio de este tipo", cuando se fuerza por razones ajenas a la biología "se produce una desregulación de los niveles hormonales" que implica un descenso de la melatonina u "hormona del sueño", lo que afecta tanto al descanso como al rendimiento personal.

En esta situación, la Comisión Europea anunció en 2019 su intención de poner fin a los cambios. El Parlamento Europeo eligió 2021 como el momento en el que la nueva normativa entraría en vigor. Pero la crisis sanitaria y los confinamientos desde marzo de 2020 alteraron el calendario, al generar un retraso en el debate y el proceso de regulación y, a día de hoy, no parece que este año vaya a ser el del adiós al cambio horario.