La cumbre de migración no arroja cambios para la muga

Los ministros del Interior de ambos países, Fernando Grande-Marlaska y Gérald Darmanin, anunciaron una coordinación de ambos servicios policiales con el objetivo de “detectar terroristas o criminales”. Una nueva “unidad operativa franco-española de despliegue rápido en operaciones o patrullas transfronterizas conjuntas” que no llegará hasta el próximo año.

De este modo, la reunión telemática de ayer no arrojó ningún tipo de medida concreta para abordar la situación de las decenas de inmigrantes que llegan prácticamente a diario a Irun en tránsito hacia otras ciudades del país galo.

Francia mantiene cerrados 19 pasos pirenaicos en los que en las últimas semanas ha intensificado los controles para evitar la llegada de inmigrantes irregulares de origen africano. El Gobierno de Macron justifica este cierre a una alarma terrorista y al avance de la pandemia.

Sobre la situación actual en Irun, el delegado de Bienestar Social de la localidad, David Nuño, destacó ayer que este pasado fin de semana los recursos de la comarca del Bidasoa fueron “capaces de absorber el flujo de personas que han pasado por la zona” y apostó por “crear sinergias” entre instituciones y colectivos para dar respuesta a las llegadas de migrantes en tránsito.

Nuño recordó que en 2018 la llegada masiva de migrantes a Euskadi, y en concreto a Irun, con intención de cruzar la frontera, llevó a la creación de una mesa interinstitucional entre las instituciones competentes. Además, destacó que, desde entonces, en los momentos de mayores llegadas de migrantes, la ciudad “ha puesto a disposición de los planes de acogida recursos municipales para dar respuesta y evitar que nadie se quedara en la calle”.

Ante las llegadas de los últimos días, el edil destacó que el Ayuntamiento irundarra ha reaccionado “habilitando el albergue de peregrinos en un tiempo récord”.