La lluvia que comenzó a caer en la noche del domingo y que se ha intensificado durante la madrugada ha terminado por sofocar completamente el incendio forestal declarado el sábado en Bera que ha calcinado 400 hectáreas en Gipuzkoa lo que le convierte en el más importante en una década en este territorio.

Fuentes de los bomberos de la Diputación han precisado este lunes que en el lugar han permanecido varios retenes hasta la medianoche, cuando se han retirado al ver que la lluvia ha cobrado más fuerza y ha sofocado completamente los últimos rescoldos.

A primeras horas de la tarde del domingo los bomberos dieron por controlado, en el lado guipuzcoano, el incendio que afectó al norte de Navarra y a parte de Gipuzkoa, donde aún quedaban activos dos focos en la zona del monte Erlaitz.

El incendio se declaró el sábado en el municipio navarro de Bera, que linda con Iparralde y con la localidad de Irun, zonas hacia la que se extendieron las llamas, ayudadas por el fuerte viento que soplaba en esta área.

En la parte de Gipuzkoa, el fuego ha afectado a unas 400 hectáreas de bosque y obligó a desalojar el sábado por la tarde, por precaución, 38 caseríos del barrio Bidasoa de Irun.

En las labores de extinción han trabajado bomberos de Gipuzkoa, guardas forestales, Ertzaintza, Protección Civil, DYA y Cruz Roja.

"Por desgracia, la mayor parte de la zona quemada es de bosque autóctono, por lo que estamos ante una grave pérdida para nuestro patrimonio natural", aseguró el domingo la portavoz de la Diputación de Gipuzkoa, Eider Mendoza, quien se felicitó de que no se hayan registrado daños personales ni en viviendas.