Funcionarios de la cárcel de Brieva (Ávila) encontraron ayer muerta en su celda, colgada de un cinturón de tela atado a la ventana, a Rosario Porto, madre adoptiva de Asunta Basterra, condenada a 18 años por el asesinato de la niña, de 12 años, en 2013. La abogada había cumplido ya siete años en tres prisiones. No era la primera vez que intentaba el suicidio y en los distintos centros penitenciarios por los que ha pasado se le habían aplicado protocolos antisuicidio hasta en seis ocasiones.