- La Diputación de Gipuzkoa detectó ayer dos positivos en lengua azul en dos reses de una explotación ganadera de Aia, por lo que activó el protocolo de vacunación contra esta enfermedad vírica que no se transmite a humanos. De este modo, el ganado, no solo del territorio guipuzcoano sino también buena parte de Bizkaia y Araba, será inmunizado a lo largo de las próximas semanas.

Desde el pasado 20 de julio, Francia ha detectado hasta 43 focos de lengua azul, una dolencia, también conocida como fiebre catarral ovina, que afecta principalmente a ovinos, bovinos y caprinos contagiados por la picadura de ciertas especies de mosquitos. Uno de estos insectos procedente del país galo podría estar detrás del contagio en Aia, ya que las reses han dado positivo en el mismo serotipo, el 8, que las detectadas en Francia.

Ante esta situación, la Diputación de Gipuzkoa, junto a las de Bizkaia y Araba y el Gobierno Vasco, activó ayer el protocolo de actuación, que obligará a vacunar a prácticamente todo el ganado vasco. En caso de detectarse un caso, debe protegerse a todos los animales en un radio de 50 kilómetros a la redonda del foco, por lo que las explotaciones de Gipuzkoa y Bizkaia en su totalidad y las más cercanas al territorio guipuzcoano en Araba serán vacunadas durante las próximas dos o tres semanas.

Tanto la Diputación de Gipuzkoa como la vizcaina especificaron que asumirán el coste total de las vacunas y se encargarán de los controles de salud de los animales de manera gratuita.

Además, en el tiempo que dure la vacunación se prohibirá el traslado del ganado, se intensificará la detección de nuevos casos y se realizarán tratamientos de desinsectación.

La lengua azul no tiene ningún efecto sobre los humanos ni por contacto ni por consumo de carne, por lo que no supone un riesgo para la salud pública. Entre los síntomas que incluye la enfermedad en el ganado está la fiebre, hemorragias y ulceración en el tejido buconasal, secreción salival excesiva, diarrea abundante, vómitos, neumonía y debilidad. El último foco detectado en Euskadi fue en 2009, pero no fue hasta cuatro años después, en 2013, cuando el Estado español fue declarado oficialmente libre de esta enfermedad.

“Actualmente, la vacunación es la medida más eficaz y práctica para reducir al mínimo las pérdidas asociadas a la enfermedad y para interrumpir el ciclo del animal afectado”, explicó la Diputación en un comunicado.