La Comunidad Autónoma Vasca ha llegado este jueves al millón de pruebas PCR realizadas desde que tres semanas antes de que se declarara el estado de alarma Osakidetza empezara a hacerlas a pacientes que podían estar contagiados por coronavirus. Han pasado casi ocho meses y ya se han detectado más de 52.000 positivos mediante esta metodología, que se ha empleado de manera diferente en la medida en que han crecido las capacidades del Sistema Vasco de Salud.

Aquel 24 de febrero se practicaron ocho PCR y este jueves, 11.263 tests. Desde aquel empleo de la técnica para casos localizadísimos (la epidemia, ni siquiera pandemia, parecía poco más que una nebulosa china) hasta los cribados selectivos en colegios y zonas de hostelería, Osakidetza ha tenido que reforzar sus sistemas diagnósticos al punto de que los laboratorios hoy trabajan 24 horas para hacer frente a la carga que supone seguir un ritmo que ronda las 10.000 PCR diarias.

Hasta el 4 de octubre, último dato de la serie hecho público, más de 525.000 vecinos de la CAV se han sometido a al menos una PCR a través de Osakidetza. La semana con más PCR realizada fue la del 28 de septiembre: 68.824 tests. El día que más pruebas de este tipo se han realizado hasta el momento fue la víspera, 27 de septiembre: 12.823. En otras palabras: 8,9 test PCR por minuto.

PCR

Infogram

El cambio de ritmo que se aprecia con el paso de las semanas evidencia a su vez la evolución de la pandemia. Para alcanzar las primeras 1.000 PCR, hizo falta esperar al 9 de marzo. Menos que esos quince días hicieron falta para llegar a las 2.000: el 13 de marzo se superó esa barrera y la velocidad de diagnóstico se fue acelerando. En dos días ya eran más de 3.000 pruebas y el 24 de marzo, un mes después de los primeros ocho PCR, la CAV se metió en una marcha mínima de 1.000 PCR al día. Ese mismo día ya había 10.000 pruebas PCR acumuladas desde febrero.

El último dato disponible, del 4 de octubre, indica que han sido 525.583 personas las que se han sometido a al menos una PCR por el sistema público, lo que supone el 24,2% de la población de los apenas 2,2 millones de habitantes que tiene la CAV. En esta última semana, a la que habrá que sumar los datos del viernes, sábado y domingo, se han practicado ya 36.382 PCR, más de 9.000 por jornada: seis por minuto.

Dispositivos no tan normales... normalizados

Sistema de diagnóstico desconocido por el gran público hasta marzo aunque muy habitual en los laboratorios de microbiología, la escena ya es hasta normal en nuestras calles, pese al esfuerzo humano y técnico que conlleva: ante un posible foco en un bar o un colegio de un municipio, enfermeras de Osakidetza plantan varias carpas en una plaza o el frontón del pueblo y a la llamada a la ciudadanía, atienden con agilidad a la cola de gente citada por tramos horarios.

La persona se presenta, le dan un identificador como si fuera un análisis de sangre rutinario y ya ante la enfermera, espera a que en apenas 10 segundos ella tome las muestras necesarias por vía nasal. A partir de ahí, esa persona debe esperar aislada en su casa hasta obtener el resultado de las pruebas mediante SMS en un plazo que ronda las 24 horas.

¿Qué pasa entonces en el laboratorio? Tras la obtención de la muestra respiratoria, la prueba amplifica un fragmento de la molécula de ARN y mediante sustancias reactivas se busca confirmar si hay rastro del SARS-CoV-2, según explica el Instituto de Salud Carlos III. En el caso de que lo haya, la persona tendrá resultado positivo con la activación de los protocolos ya conocidos.

Estamos ante una de las pruebas más fiables para detectar si una persona está infectada, lo que hace que sea uno de los sistemas de detección de referencia, tanto en la sanidad pública como en la privada. Los costes, sin embargo, también difieren. Y no solo en cuanto al esfuerzo humano ya citado que realizan los trabajadores de Osakidetza. Aunque los precios han bajado desde que comenzó la pandemia, una prueba hoy se puede situar en torno a los 30 euros. Una cantidad a la que, pese a la caída del coste de los reactivos que tiene cada kit de diagnóstico, habría que sumarle el coste de personal e infraestructuras, aunque quedará lejos de los 150-250 euros que la sanidad privada ha llegado a facturar por una prueba PCR.