El Ministerio de Sanidad ha adquirido partidas de dos fármacos (midazolam y dexmedetomidina) que forman parte de los cuatro principios activos que deben contar con una reserva estratégica frente al coronavirus, con el objetivo de estar preparados ante la evolución de la pandemia.

Los dos medicamentos se destinan al tratamiento de pacientes críticos con covid ingresados en las UCI y las adquisiciones suponen un importe total de 905.640 euros.

Se trata de compras de refuerzo que realiza el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) para suministrar a las ucis del Sistema Nacional de Salud para estar preparados por si la evolución epidemiológica requiriese utilizar estos medicamentos en más dosis de las habituales, han precisado a Efe fuentes del ministerio.

Esta adquisición no está destinada a la reserva estratégica y ambos fármacos, que no tienen problemas de desabastecimiento en estos momentos, serán distribuidos a las comunidades autónomas, según las mismas fuentes.

Situación de "extrema urgencia"

El Boletín Oficial del Estado (BOE) publica este martes los anuncios de formalización de contratos de ambos medicamentos por parte del INGESA y lo justifica por la "situación de extrema urgencia".

El "Plan de respuesta temprana en un escenario de control de la pandemia por Covid-19", aprobado el pasado 16 de julio por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS), del que forman parte el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, contempla la necesidad de incluir en la reserva algunos principios activos (cisatracurio, midazolam, propofol y dexmedetomidina) necesarios para el manejo clínico de la covid-19.

Según el documento, el consumo de estos fármacos "en las semanas de mayor ocupación hospitalaria y de unidades de UCI, llegó al límite de lo que las plantas de fabricación en España podían proporcionar", motivo por el cual se concluyó la necesidad de que formasen parte de la reserva estratégica.

Solo se utilizará cuando se acabe el suministro regular

Este "stock" de medicamentos solo se utilizaría en el caso de que el canal de suministro farmacéutico regular no pudiera abastecer la demanda hospitalaria.

Según los anuncios publicados en el BOE, el contrato para el suministro de Midazolam tiene un valor de 173.640 euros, mientras que en el caso de Dexmedetomidina asciende a 732.000 euros.

El pasado 27 de marzo, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) hizo público un informe en el que recomendaba "siempre que sea posible, evitar su uso innecesario" de midazolan ante la "demanda importante" del fármaco que, junto con fentanilo, "es la opción recomendada para la sedo-analgesia inicial en su fase de sedación profunda con bloqueo neuromuscular".

En el caso de dexmedetomidina, según la Aemsp, su uso quedaría reservado para ayudar a la desconexión de la ventilación mecánica en los casos que esté dificultada por delirio con o sin agitación psicomotriz