- La residencia San José de Ordizia acogerá temporalmente, a partir de octubre, casos asintomáticos o leves de COVID-19 derivados del resto de centros de mayores del territorio.

Esta medida, anunciada ayer por la diputada de Políticas Sociales, Maite Peña, responde a la necesidad de adaptar los recursos disponibles al avance de la pandemia. Durante la primera oleada de contagios, en primavera, la Diputación habilitó el centro de la Cruz Roja de Donostia para la atención socio-sanitaria de los residentes contagiados. Durante esta segunda ola, la institución foral ha optado por habilitar una de las plantas del Hospital de Eibar para esta función. Sin embargo, este recurso dispone únicamente de 56 plazas y, ante la posibilidad de que las necesidades sean mayores, la Diputación ha decidido que la residencia San José de Ordizia, que dispone de 65 plazas, pase a atender de forma temporal a personas mayores positivas en coronavirus.

Según explicó la institución foral, este centro, que durante la primera oleada de la pandemia sufrió 25 defunciones entre sus 68 residentes, fue clausurado a comienzos de junio y sus usuarios fueron reubicados en otras residencias de Beasain, Lazkao y Tolosa. Esta decisión se adoptó a fin de acometer trabajos de remodelación y adecuar así las instalaciones a "las nuevas necesidades". Esta reforma contempla la instalación de un nuevo ascensor, la adecuación de los vestuarios, un incremento en el número de habitaciones individuales, así como la instalación de un sistema de oxígeno, con una inversión aproximada de 400.000 euros. "De esa manera, hemos adaptado y preparado el espacio para hacer frente al COVID-19, y para que así el centro cumpla todas las medidas previstas en su plan de contingencia", puntualizó Peña.

"Nuestra apuesta desde el inicio de la crisis sanitaria ha sido la de proporcionar los recursos y servicios necesarios en todo momento, complementando a la atención que se da en las propias residencias", subrayó la diputada de Políticas Sociales.

Mientras tanto, la pandemia sigue cobrándose víctimas en el sector más vulnerable de la población. Una persona residente en el centro Mizpirualde de Bergara, que había dado positivo en COVID-19 la semana pasada y que permanecía hospitalizada, ha fallecido en las últimas horas, por lo que ya son 18 los usuarios de la red foral de residencias fallecidos desde el pasado 11 de agosto, cuando se detectaron los primeros positivos en estos centros.

En estos momentos, hay cuatro residencias con 61 casos activos de coronavirus: Hermano Garate-San Ignacio de Donostia (uno), Santa María Magdalena de Hernani (33), Sagrado Corazón de Errenteria (16) y Alai-Etxe de Donostia (once).

De estos 61 afectados, diez se encuentran ingresados debido a lo delicado de su situación, mientras que otras 39 personas están siendo atendidas en la planta social del Hospital de Eibar.

Un residente de Mizpirualde de Bergara ha fallecido en las últimas horas y ya son 18 las defunciones en estos centros desde el 11 de agosto