- Es una de las numerosas lecciones que la pandemia está dejando a su paso: apreciar y poner en valor la educación presencial. Es, de hecho, la piedra de toque de cualquier sistema académico que busque la excelencia y la generación y transmisión de conocimiento. También lo es disponer de un ecosistema digital y de recursos tecnológicos adecuados, pero de nada vale si las nuevas hornadas de universitarios no tienen a su alcance una comunidad docente e investigadora empeñada en mejorar y orgullosa de pertenecer a la UPV/EHU.

Ejemplos donde elegir hay en todas las facultades, pero ayer fueron media docena quienes recetaron pequeñas píldoras de sentido común para encarar los retos y oportunidades que esconde la alargada sombra del COVID-19. Inmaculada Arostegui, doctora en Ciencias Matemáticas, recordó la importancia de gestionar los datos y devolver el prestigio a la comunidad científica como correa de transmisión del conocimiento.

Un trabajo que debe ser tenido en cuenta por la clase dirigente y que, además, debe hacerse respetando la privacidad de las personas, dijo Juan José Unzilla, doctor en Tecnologías de la Información y la Comunicación. Por su parte Mari Luz Esteban, doctora en Antropología Social, puso el acento en la brecha de género que se ha ensanchado por la pandemia. Lecciones para aprender que Sara de la Rica, doctora en Economía, resumió con un “estamos ante una oportunidad que no debiéramos desperdiciar”.