El dispositivo instalado en Donostia para realizar pruebas PCR ante el posible foco infeccioso que se investiga en el bar Ramuntxo Berri del barrio de Gros prevé recoger en tres días "unas 2.000 muestras" de clientes que estuvieron en el establecimiento entre el 26 de julio y el 3 de agosto.

En total son 800 las personas que tienen cita este viernes para someterse al test en el dispositivo instalado en el interior de la casa de cultura Okendo, ubicada frente al centro de salud de Gros, donde el goteo de personas era constante desde las nueve de la mañana.

También este viernes, el Departamento de Salud y Osakidetza han comenzado a realizar test PCR en la localidad alavesa de Agurain, donde se asimismo pruebas masivas entre los clientes que estuvieron en el establecimiento entre los días 29 de julio y 2 de agosto.

En Donostia, el director de Integración de la OSI Donostialdea, Carlos Barruso, ha explicado a los periodistas que prevén recoger "unas 2.000 muestras" en los tres días en los que permanecerá el dispositivo en Gros por el que ha pasado ya todo tipo de personas "desde niños pequeños a personas muy mayores".

Barruso ha señalado que, a pesar de que este jueves hubo problemas telefónicos, se citó para este viernes a 800 personas, que deberán permanecer en sus casas hasta que tengan el resultado de la prueba.

"En 24 horas recibirán el resultado por SMS", ha precisado Barruso, quien ha explicado que en el caso de confirmarse algún positivo, el equipo de enfermeras se pondrá en contacto con la persona afectada para tomar las medidas pertinentes y hacer "el estudio de los contactos".

Barruso ha indicado que el hecho de que un grupo de trabajadores del bar Ramuntxo Berri haya dado positivo por COVID-19 ha llevado al Departamento de Salud y a Osakidetza a tomar estas medidas que, según ha aclarado, solo afectan a los clientes de este establecimiento, ya que "en ninguno de los bares del entorno de momento ha habido casos".

El local afectado, que continúa cerrado al público, dispone de un listado de personas que acudieron al establecimiento bajo reserva, que se intentará localizar en el caso de que no soliciten hora para someterse a la prueba.

En el interior de la casa de cultura, en cuyo salón de actos se han instalado cuatro mesas para la realización simultánea de test, se han hecho pruebas únicamente a las personas que tenían cita previa, entre ellas una familia completa que, según ha recordado, estuvo en el bar celebrando un cumpleaños, eso sí, "en la terraza".

Entre ellas, también estaba Arkaitz Bastida, un vecino de Gros de 34 años, que estuvo en la terraza del Ramuntxo Berri, en el que asegura que se "respetaban" las medidas de seguridad, y que confía en dar negativo para poder irse de viaje el próximo domingo.

Entre las personas que accedían hoy a la casa de cultura de Okendo se encontraban muchos vecinos de Gros, habituales de la zona, la mayoría resignados ante lo que "nos toca" en esta "nueva normalidad".

El foco de Agurain

Por otra parte, en la localidad alavesa de Agurain 75 vecinos se han apuntado desde este jueves a hacerse en el ambulatorio las pruebas PCR por haber acudido o tener relación con los dos camareros del bar de copas Cocolo que dieron positivo, lo que obligó a cerrar el establecimiento hasta su desinfección.

El alcalde de Agurain, Ernesto Sáiz, considera que el contagio será limitado ya que a este bar acudían hasta hace unos días muchos jóvenes cuando cerraba el resto de locales, pero con la restricción de horarios desde hace una semana la afluencia de público es menor.

Ha relatado a Efe que otro bar y un comercio de este pueblo de unos 5.000 habitantes han decidido también bajar la persiana por tener contacto con el Cocolo y esperan a conocer los resultados de las pruebas para reabrir sus puertas.