- Investigadores de la Fundación Pasqual Maragall han detectado que la proximidad a la edad parental de inicio de los síntomas del Alzheimer está relacionada en mujeres con una mayor acumulación de la proteína beta amiloide, que es una de las lesiones características de esta enfermedad. Este estudio, que ha contado con el apoyo de la Fundación la Caixa, se ha publicado en la revista científica Neurology.

El trabajo se desarrolló en 290 participantes (63% mujeres y 37% hombres) sin alteraciones cognitivas y procedentes del Estudio Alfa, que es una de las mayores infraestructuras de investigación del mundo para la prevención del Alzheimer.

Los participantes son en gran parte descendientes de personas con Alzheimer y tienen edades comprendidas entre los 45 y 75 años. Para llevar a cabo el estudio, los participantes contestaron una serie de cuestionarios clínicos, pruebas cognitivas y se les sometió a una punción lumbar, resonancia magnética y una tomografía por emisión de positrones.

Todas estas pruebas se efectuaron para confirmar si la proximidad a la edad parental de inicio de los síntomas de la enfermedad de Alzheimer estaba asociada con una mayor carga de la proteína beta amiloide y con otros biomarcadores de daño neural.

También se evaluaron factores de riesgo no modificables, como la edad, el sexo y la genética, y factores modificables, como los años de escolarización, y la salud mental y vascular.

La acumulación de la proteína beta amiloide puede empezar a desarrollarse hasta 20 años antes del inicio de los síntomas clínicos de la enfermedad.

Así, la presencia de placas de esta proteína en el cerebro incrementa exponencialmente el riesgo de padecer deterioro cognitivo y, por lo tanto, de entrar en la fase clínica de la enfermedad de Alzheimer, aunque hay personas que, pese a tener estas placas, nunca desarrollarán síntomas, han explicado los investigadores.

Los resultados del estudio indican, de forma grupal, que los participantes que presentaban una mayor acumulación de la proteína beta amiloide eran las mujeres de más de 60 años y que estaban a una proximidad de entre 7 y 8 años antes de la edad en la que alguno de sus padres empezó a manifestar problemas cognitivos.

En el caso de tener dos progenitores afectados, la acumulación de la proteína era aún más elevada.

Además, estos efectos eran independientes de si las participantes eran portadoras o no del genotipo APOE-4, que también incrementa el riesgo de desarrollar la enfermedad.

Cada ocho minutos fallece uno. Un total de 1.400 personas que estaban en las listas de espera de la dependencia han muerto en Euskadi entre enero y junio de este año, a las que se suman 1.213 dependientes con derecho y otras 187 que estaban pendientes de valorar. Así lo refleja la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales en su Observatorio Estatal para la Dependencia, en el que se pone de manifiesto que cada ocho minutos muere en el Estado una persona de la lista de espera de la dependencia, y que en total fallecen al día 176 personas en el laberinto burocrático de la ley.

40%

Modificar 12 factores de riesgo a lo largo de la vida podría prevenir o retrasar el 40% de los casos de demencia, según un informe de la Comisión Lancet sobre la prevención e intervención de la demencia.