- El futuro de Arantzazu pasa por su transformación. Han sido dos años de reflexión. Un proceso cuidado, ambicioso y sensible con la crisis del santuario, donde ya solo quedan una veintena de frailes franciscanos de muy avanzada edad; hermanos de la congregación que lleva más de cinco siglos cuidando las instalaciones de este imponente lugar y que, como el resto de órdenes religiosas, sufre una erosión importante, sin relevo generacional. Lejos quedan los años de esplendor, cuando se contaban hasta 170 frailes que daban vida al santuario oñatiarra, en los años 60.

La maquinaria se activó en el seno de la fundación Arantzazu con el objetivo de ver qué se puede hacer para garantizar el ingente patrimonio religioso, empresarial, natural y cultural del lugar cuando los frailes no puedan continuar su labor. Y los propios franciscanos se han implicado en esta tarea. No es la primera vez que lo hacen, pero esta vez está en juego la continuidad de todo lo construido en siglos.

Según ha podido saber NOTICIAS DE GIPUZKOA, la conclusión del estudio, encargado a LKS, es clara y cuenta con el aval de la Diputación Foral de Gipuzkoa, el Ayuntamiento de Oñati, localidad en la que se ubica el santuario, y la implicación de tres universidades vascas, la UPV/EHU, Mondragon Unibertsitatea y Deusto: Arantzazu iniciará su andadura hacia la reconversión albergando un laboratorio de innovación social. Un lugar en el que se diseñen e impulsen iniciativas que respondan a los desafíos futuros de Gipuzkoa en materia de convivencia, bienestar, trabajo y cambio climático. Ahí es nada.

No es ninguna ocurrencia. Ya existen laboratorios semejantes en EEUU, Australia, Singapur, los países escandinavos y otros a nivel europeo y mundial. Se han creado en los últimos años para dar respuesta a desafíos globales como la pobreza, la marginalidad, el desarrollo sostenible o las formas de gobernanza. Aúnan personas e ideas y se valen de la educación, la investigación y publicaciones para generar conocimiento alrededor de la innovación social, buscando nuevas vías de financiación y nuevas tecnologías que impulsen una comunidad emprendedora.

El éxito de esta apuesta requiere de la implicación de la sociedad guipuzcoana en su conjunto, ciudadanos de a pie, instituciones, agentes sociales, culturales y económicos. Los ciudadanos serán las antenas de este proyecto, quienes tienen que aportar información, visibilizar sus necesidades y plantear posibles alternativas de estudio. De nuevo, el pueblo en la base. La esencia de Arantzazu.

En juego está la construcción de la Gipuzkoa del futuro. Una labor a medio y largo plazo. La idea encaja con el espíritu de la iniciativa foral por un desarrollo inteligente, planificado: Etorkizuna Eraikiz. Arantzazu, como laboratorio social en áreas como convivencia, futuro del trabajo, bienestar social y cambio climático. Cuatro ejes estratégicos para la reconversión.

En un futuro próximo, tendremos que transformar, cambiar nuestra forma de vida, los valores socioculturales, las relaciones sociolaborales y nuestros hábitos de consumo y movilidad. Lo vamos haciendo poco a poco, día a día, sin apenas darnos cuenta. Muchas veces forzados por las circunstancias, como el uso de las mascarillas en plena pandemia, arrastrados por la realidad que se nos impone. Arantzazu está llamado a ser el lugar donde nos adelantemos a las circunstancias, visibilicemos el futuro, nuestro futuro, nuestras oportunidades, y les demos cabida, las ensayemos y estudiemos. Adelantarnos a los acontecimientos.

La pregunta esencial se planteó hace tiempo. ¿Qué puede funcionar en Arantzazu? Los técnicos encargados del estudio determinan en su informe que “Arantzazu es un lugar de creación con una fuerte impronta popular” y su “conclusión es que hay que promover un renacimiento al servicio de los ciudadanos”.

La idea es convertir Arantzazu en “un nodo de reflexión conectado con todos los laboratorios del mundo”, en sintonía con la nueva agenda de temas y sus repercusiones a nivel global. Se trata de “empoderar a los ciudadanos para debatir y reflexionar sobre ese futuro”, recoge el informe.

No es empezar de cero, sino aprovechar el impulso que ya han iniciado entidades como Eusko Ikaskuntza, Lehendakari Agirre Center, Etorkizuna Eraikiz, etcétera. Y concentrar todo ese capital en Arantzazu, un lugar mágico e inspirador. Según sus impulsores, esta preocupación surge porque en el territorio de Gipuzkoa “todavía hay un sentido de comunidad, un capital social, un ecosistema que favorecer el debate social sobre este tipo de asuntos”.

El estudio encargado a la consultora LKS destaca el gran valor simbólico de Arantzazu en Gipuzkoa y Euskal Herria en su conjunto y recuerda que este lugar ha sido también un lugar transformador e innovador en otros ámbitos, como es el euskera (euskaldunización de la actividad eclesiástica), el arte, la literatura, el pensamiento y la música.

El objetivo final es conseguir que Arantzazu sea “un nodo de referencial hacia una sociedad más justa, cohesionada, competitiva y más humana”. Refugio para desarrollar y experimentar en lo referente a las necesidades y desafíos de nuestra sociedad, “un lugar para escuchar y realizar un aprendizaje activo” al mismo tiempo. Siempre con las personas en el centro.

El laboratorio de innovación social de Arantzazu tiene que conocer los problemas y necesidades de la sociedad guipuzcoana en esos cuatro ámbitos de especialización (convivencia, trabajo, bienestar y cambio climático) y darles respuestas innovadoras desde un punto de vista nuevo, a partir de procesos de participación, empoderando a ciudadanos e instituciones e impulsando la colaboración entre pueblos, empresas privadas, instituciones locales y agentes y asociaciones del tercer sector, para que se desarrollen iniciativas de colaboración responsables y las compartan.

Siempre, teniendo muy presente a los jóvenes y buscando su implicación a través de la organización de jornadas, charlas, congresos, cursos de formación, iniciativas de asesoramiento y publicaciones que favorezcan la innovación social. Los espacios que utilizará serán el Santuario de Arantzazu, Asís Topagunea y Gandiaga Topagunea.

The Australian Centre for Social Innovation. Australiako TACSI gizarte berrikuntzako laborategiaren helburua da gizartearen ongizate ekonomikoa eta soziala sortzea. Laborategi honen abiapuntu da pertsona euren bizitzari dagozkien gaietan adituak direla, eta, ondorioz, gizarte berrikuntza prozesu egokienak sortzen direla beharrizanak asetu nahi zaizkien pertsonekin lan eginez.

Minnesota Social Innovation Lab. Minesotako Gizarte Berrikuntza Laborategiaren helburuetako bat da erakundeen, zerbi-tzuen, politiken eta arlo desberdinetan lanean ari diren egituren berrikuntza bultzatzea. Erakundeekin lan egiten dute berrikuntza sortzeko baldintzak eta gaitasunak garatzeko. Testuinguru berrietara egokitzen laguntzen diete era askotako erakundeek eredu berriak garatu ditzaten.

The Lien Centre for Social Innovation at Singapore Management University. Singapurren dagoen gizarte laborategi honen helburua da ideiak sortzea gizarteak dituen etorkizuneko beharrizanei erantzuteko eta paradigma aldaketak bultzazeko. Laborategi hau gizarte berrikuntzaren arloan ikertzen eta lanean ari diren elkarte eta erakundeen esperientzietan oinarritzen da ideiak sortzeko. Erakunde publiko, pribatu eta hirugarren sektorekoen arteko aliantzak bultzatzen ditu, komunitateen arazoei erantzuna emango dieten ideiak sortzeko.

MITD-LAB. Afrika, Hego Amerika eta Asiako hainbat herrialdetan lan egiten du. Pobrezia eta bazterkeriaren aurka borrokatzen duen laborategi honek hiru oinarri ditu: hezkuntza, ikerketa eta berrikun-tzari loturiko ekintzailetza. Horretarako, ikasleekin eta irakasleekin lan egiten dute, ikasleen burubideak aldatu, pobrezian bizi direnen beharrizanak ezagutu, erantzun posibleak pentsatu eta eragingarriak izango diren soluzioak eskaintzeko.

Nordregio. Eskandinaviako (Danimarka, Finlandia, Islandia, Norvegia eta Suedia) bost herrialdeetako Ministroen Kontseiluak eskualdearen garapenerako eta planifikaziorako ezarritako ikerketa-zentroa da. Lau eremu nagusietan izaera aplikatu eta orientatutako ikerketak eta eskaera bidezko lanak egiten ditu. Eskualdeko landa eta demografiaren garapena; hiri-planifikazio eta garapen jasangarria; eskualdeko berrikuntza eta hazkunde berdea; gobernantza, politika eta eskualdeko erreforma eta estrategiak.

Social Innovation Community. Horizon 2020 Programak finantzatu du (2016-2019) eta 12 herrialde europarretako erakunderen par-tzuergoa izan da. Bere ekarpen nagusia izan da gizarte berrikun-tzako ekimen publiko eta sozialen arteko sarea osatzea.

El santuario llegó a tener unos 170 frailes franciscanos en su esplendor, en pleno siglo XX, y hoy quedan una veintena solo y de muy avanzada edad

Hace dos años se inició un proceso de reflexión para “garantizar el ingente patrimonio religioso, cultural, natural y empresarial” del lugar