- Catalunya y Aragón han comenzado a tomar medidas drásticas para atajar una transmisión del virus ya descontrolada. ¿Estamos cerca de llegar a ese escenario?

-Nuestro escenario es mejor porque tenemos un sistema sanitario más fuerte de base, de salida, y un sistema de vigilancia sólido, sin conocer el de estas comunidades. Pero la enfermedad funciona igual en Lleida que aquí, así que... A ver si le damos batalla. Y si queremos dársela, tendremos que poner cada uno de nosotros lo máximo. De lo que hagamos hoy dependerá la evolución de las próximas dos o tres semanas.

La consejera Murga ha descartado esta semana que estemos ya inmersos en una segunda oleada del virus. ¿Qué condiciones deberían darse para llegar a ella?

-Un aumento exponencial del número de casos. Nosotros venimos de estar manteniendo una estabilidad durante tres o cuatro días, pero ahora hemos empezado a tener más casos. Hemos ido a por ellos, los hemos encontrado y es normal que haya más, pero la clave es que están ahí. Es un signo de alerta y hay que dejarse la vida ahora, no en otoño.

¿Esperanzado con los últimos avances científicos?

-Un caso grave no se trata igual ahora que el 1 de marzo. Por eso confío en que la supervivencia de los casos graves mejore. Se saben más cosas. Por ejemplo el tratamiento con heparina es fundamental. Y respecto a la vacuna, se está trabajando contrarreloj.

¿Se atreve a pronosticar cuando llegará?

-No. No es mi campo y no tengo casi ni tiempo para actualizarme en este tema. Ya lo siento. / Foto: