- Dos mujeres han sido asesinadas en las últimas horas por sus parejas, en dos crímenes machistas perpetrados en Madrid y Barcelona, cuyos presuntos autores se encuentran ya detenidos.

El primero de ellos tuvo lugar en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz, donde un hombre que presuntamente asesinó a su mujer alegó que se había atragantado con una espina.

El hombre, de 37 años, ingresó en prisión provisional comunicada y sin fianza por la comisión de un delito de homicidio, según ordenó la magistrada titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer.

Tanto el acusado como la víctima, ambos de nacionalidad rumana trabajaban en una empresa de transportes situada en el número 20 de la calle Polo Sur de la citada localidad. El pasado 13 de julio cenaron una barbacoa en la nave y se marcharon en un coche de la compañía. Posteriormente, el hombre regresó con ella inconsciente y con varias heridas en el rostro.

El presunto homicida llamó a los servicios de emergencia manifestando que su pareja se había atragantado con una espina pero los sanitarios comprobaron que tenía un traumatismo craneoencefálico severo, con sangrado en las orejas y con dificultad respiratoria.

Los agentes del grupo V de Homicidios de Madrid centraron sus sospechas en la pareja de la víctima quien en sus manifestaciones incurrió en contradicciones. Tras analizar el lugar donde pudieron transcurrir los hechos, el hombre, que no cuenta con antecedentes, fue arrestado.

Ya son 23 las mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas en lo que va de año y 1.056 desde 2003, cuando se empezaron a recopilar datos. A esta dramática lista se han sumado en las últimas horas tanto la mujer asesinada en Madrid como la joven de 20 años hallada degollada el martes en su piso del Raval de Barcelona, por lo que fue detenida su pareja, un hombre de 35 años y nacionalidad uruguaya.

La Audiencia de Bizkaia ha condenado a seis años y nueve meses de cárcel a un hombre de 56 años por agresión sexual y por un delito continuado de violencia de género hacia a una joven.

La sentencia impone al hombre la prohibición de acercarse a la víctima, a su lugar de residencia y trabajo, a una distancia inferior a cien metros y a comunicarse con ella por cualquier medio durante el tiempo de la condena, así como le impone el pago de 8.000 euros de indemnización. El tribunal ha considerado probado que el hombre violó a la joven de nacionalidad argelina en una vivienda para después durante semanas enviarle “mensajes de texto, audio y vídeo en los que profirió contra aquella expresiones intimidatorias y vejatorias”.

El presunto homicida de Madrid llamó a los servicios de emergencia dando cuenta de un accidente que se comprobó que no fue tal