- La vida continúa, pese al COVID-19, y la Diputación de Gipuzkoa ha reactivado sus planes para implantar el peaje en la denominada autovía de Deskarga, la nueva A-636 que conecta Beasain con Bergara, que pasará a ser una autopista de pago para todos los vehículos, excepto las motocicletas. No es un anuncio nuevo y está contemplado desde hace más de una década, pero lastrará tráficos internos entre poblaciones que comparten servicios.

Apenas doce minutos de trayecto entre Beasain y Bergara, dos municipios que se han acercado mucho en los últimos años, paso a paso, tramo a tramo, a medida que se iban culminando trocitos de esta gran obra que comenzó en 1995 y se culminó en marzo de 2019 tras un sinfín de problemas y muchos millones de euros. Solo el último tramo abierto, entre el alto de Deskarga y Bergara, costó 90 millones de euros y siete años de trabajos y pesadillas.

La media hora generosa que se llegaba a tardar entre Beasain y Bergara hace dos décadas, reducida a un par de esfuerzos en sintonizar la radio. Sin barrera, free flow le llaman en lenguaje moderno. En definitiva, que no hará falta parar, solo pagar cada vez que circulemos por la autovía de Deskarga. Novedad.

Los peajes no son un plato de buen gusto. Aintzane Oiarbide, la diputada de Infraestructuras Viarias, tuvo que explicar ayer el porqué de esta medida, pero lo cierto es que en los últimos años existe un amplio consenso político en torno a esta materia. Oiarbide recordó que el resto de grupos políticos están informados.

"Equilibrio territorial" fue el primer argumento. Traducido al lenguaje coloquial: Si el de Zarautz, paga, tú también, que hasta ahora te has librado. El segundo, las sacrosantas directivas europeas y el famoso "pago por uso". "El que contamina, paga", dijo Oiarbide. Pero en el fondo, una realidad inquietante, el de la creciente presión a la que son sometidas las costuras del traje de faena, los presupuestos. Oiarbide lo dijo claro. Es que si no, no llega para lo demás. De nuevo, le tocó argumentar en contra de los bolsillos de muchos ciudadanos.

Son 9.000 vehículos al día los que circulan por esta vía, según reconoció la propia diputada, y buena parte de ellos son de ciudadanos guipuzcoanos que se mueven por motivos laborales e incluso vecinos de pueblos que, por ejemplo, con esta medida tendrán que pagar peaje por llevar a sus hijos al ambulatorio, como es el caso de Ormaiztegi.

El peaje ofrece a los particulares guipuzcoanos, no así a las empresas, ni transportistas, la posibilidad de acogerse a los importantes descuentos que ofrece el sistema Abiatu, la tarjeta que limita el pago máximo por circular por cualquier autovía del territorio a un tope de 32,24 euros mensuales. Y ofrece también descuentos notables para quienes realizan varios trayectos.

Oiarbide recalcó que durante el periodo de exposición pública del anteproyecto de norma foral, "no se ha efectuado ninguna alegación", lo que cuestiona también, pandemia mediante, la iniciativa de colectivos que se han mostrado abiertamente contrarios a este canon.

Aprobado ayer en el consejo de gobierno de la propia Diputación el marco normativo para su aplicación, el peaje pasará ahora a tramitación parlamentaria, a las Juntas Generales de Gipuzkoa, donde los grupos políticos podrán presentar sus aportaciones, y donde posteriormente se aprobará el texto definitivo. Sin género de duda. Se prevé que esta medida pueda recibir el visto bueno a finales de este año o comienzos de 2021 y el cobro se comenzaría a aplicar un año más tarde, a finales de 2021 o principios de 2022. Tendrá que ser antes de junio de 2022, en todo caso.

El dinero recaudado, recalcó Oiarbide, irá destinado al mantenimiento y conservación de esta vía. La diputada recordó que Gipuzkoa es un territorio de paso y que los costes de conservación y mantenimiento de sus vías rápidas difícilmente pueden ser sufragados con los impuestos ordinarios.

Ejemplos de descuento. El sistema de descuentos es progresivo: a más viajes, mayor descuento, con una rebaja de hasta el 75% en cada trayecto a partir del viaje número 50. El tramo más largo, de Beasain a Bergara, costaría, 2,53 euros sin descuento, pero quedaría en 1,75 tras diez viajes.

Registrar el vehículo. Para abonar el canon, las personas usuarias deberán disponer de los medios técnicos que posibiliten su uso, como el sistema Abiatu o similares, o bien facilitar la información que permita asociar la matrícula con un medio de pago.

32,24

El sistema contempla un tope mensual a pagar por el uso de las autopistas de Gipuzkoa: 32,24 euros como máximo. Actualmente, el número de usuarios que Abiatu roza los 98.000. El dispositivo tiene un coste fijo de 6 euros anuales.

"La cuantía del canon está relacionada con los costes de construcción y de explotación"

Diputada de Infraestructuras Viarias