- El sector de la hostelería en Euskadi se encuentra en un momento de profunda incertidumbre y preocupación sobre su futuro, ya que después de dos meses de parón obligado por la pandemia del coronavirus la apertura de las terrazas y ahora la fase 3 de la desescalada no están suponiendo un alivio en la maltrecha actividad de los establecimientos.

La continuidad de muchos negocios podría encontrarse comprometida. Solo en Gipuzkoa calculan que la crisis derivada de la pandemia de la COVID-19 se podría llevar por delante hasta la primavera de 2021 entre un 8 y un 10% de los bares y restaurantes del territorio, lo que supone que unos 300 o 400 establecimientos podrían cerrar definitivamente sus puertas.

Esta es la estimación de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Gipuzkoa, cuyo secretario general, Quino Martínez, explicó ayer que en estos momentos en el territorio ha abierto en torno a un 75-80% del sector. En el caso de Donostia este porcentaje baja hasta el 60% debido a la existencia de un mayor número de discotecas y bares de noche que continúan cerrados.

Además, reconoce que hay establecimientos que han decidido abrir a pesar de estar perdiendo dinero ya que "el consumo se ha ralentizado" tanto por las medidas de prevención frente al virus como por la preocupación de los consumidores sobre la evolución económica.

Martínez augura, a su vez, un "verano complicado" y advierte de que si los hosteleros no consiguen reunir los fondos necesarios en "la mochila" para poder superar "el Everest del invierno" un importante número de locales se verá abocado al cierre.

Las previsiones que maneja la hostelería guipuzcoana tras el azote del COVID-19 apuntan a una pérdida de entre 4.500 y 5.000 empleos en el sector y a una bajada de la facturación que podría rondar el 45 o 50%.

Entre las medidas que reclama la hostelería para superar este duro bache, Martínez apunta a las ayudas a fondo perdido para paliar inversiones, la eliminación de gastos y tasas municipales y la existencia de una posición pública por parte de la Administración para la negociación de los alquileres.

La situación no es exclusiva de Gipuzkoa y es similar en el resto de la CAV. Desde la Asociación de Hostelería de Bizkaia, Héctor Sánchez Zarraga, explica que la distancia de seguridad entre los clientes "complica mucho el negocio. Entendemos las medidas del Gobierno, pero extenderlas sin fecha límite o hasta que se encuentre una vacuna nos lo pone muy difícil durante meses".

"Veremos el futuro, pero si no podemos facturar al 100%, y la distancia de seguridad lo impide, no podemos pagar al cien por cien de la plantilla", sentencia.

En Araba, la llegada de la fase 3 tampoco ha supuesto un especial impulso a la hostelería, en parte porque el tiempo no ha acompañado y porque "el mono de salir" que había al inicio de la desescalada se ha atenuado, según explica el vicepresidente de SEA Hostelería, Juan Carlos Antolín. En su opinión, aunque la gente no tiene problema en sentarse en las terrazas aún "tiene miedo" a entrar dentro del local a pesar de que es posible consumir en el interior de los bares desde este pasado lunes. Todo ello se traduce en que "no hay afluencia y no la habrá en mucho tiempo" y, aunque al final "la gente volverá a sus bares", por el momento "los números no dan", se lamenta.

"En este momento en Gipuzkoa ha abierto en torno al 75% de los locales, algo menos en Donostia"

Hostelería de Gipuzkoa