- La estancia máxima en las playas guipuzcoanas será este verano de tres horas para evitar aglomeraciones y permitir a más ciudadanos hacer uso de las mismas. Esta es una de las medidas que se tomaron ayer en la reunión de la Mesa Territorial de Playas que se celebró por vía telemática, en la que se perfilaron las condiciones que tendrá la temporada de playas este verano, atípica debido a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus.

Participaron en la reunión el diputado foral de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio; las y los alcaldes de los Ayuntamientos de Hondarribia, Orio, Zarautz, Getaria, Zumaia, Deba y Mutriku; y la concejala de Espacios Públicos de Donostia, Marisol Garmendia. Tal y como destaca la Diputación de Gipuzkoa en su nota de prensa, hubo un “consenso” para abrir a la vez la temporada de playas en todo el territorio, lo que sucederá el 1 de julio -aunque desde el 15 e junio se “garantizará” el servicio de socorrismo-, y para tomar medidas uniformes en cuanto a criterios sanitarios para la apertura y el uso de las playas de las que se irá informando en las próximas fechas a la ciudadanía mediante “cartelería, megafonía u otros medios, y también a través de los medios de comunicación, páginas web y redes sociales”.

La principal medida es la citada de limitar el tiempo que se podrá estar en la playa. “Los ciudadanos deberán planificar estancias más cortas en la playa (un máximo de 2-3 horas) para evitar aglomeraciones y dejar que otros ciudadanos puedan hacer uso de la misma”, dice en su comunicado la Diputación de Gipuzkoa. Para ello será necesario controlar el aforo de los arenales y el acceso a los mismos porque se tendrá que mantener el distanciamiento social. En este sentido, están por ver las medidas que toman tanto el ente foral como los distintos municipios para mantener a raya ese aforo. Una de las opciones que se maneja es poder ver desde el móvil la situación de las playas y controlar el acceso mediante personal contratado para esta labor. Para ello, los arenales del territorio tendrán zonas de acceso y de salida.

En cualquier caso, controlar el aforo y la estancia máxima se antoja complicado a partir del 1 de julio, así que desde las instituciones se apela a la responsabilidad de la gente. “El papel activo y responsable de la ciudadanía es fundamental para el buen uso de las playas y zonas de baño. Únicamente con una ciudadanía sensibilizada e informada de los riesgos derivados de la pandemia, que decida protegerse a sí misma y a los demás, siguiendo las recomendaciones sanitarias y las normas de uso que en cada playa se establezcan, será posible minimizar la transmisión del virus”, asegura José Ignacio Asensio.

Además del aforo y la estancia máxima, habrá otras medidas a tener en cuenta por los usuarios de las playas, que tendrán que “respetar la señalización de accesos y sus sentidos de subida y bajada, llevar a cabo la limpieza y desinfección de manos y no compartir toallas”. Además, no se podrán usar las fuentes de agua y no se recomienda el uso de las áreas de juegos infantiles. También se extremará “la limpieza y desinfección de las papeleras” y desde la Diputación se “recomienda” la eliminación de hamacas, toldos y sombrillas proporcionados por los servicios de la playa.

El objetivo de la Mesa Territorial de Playas es “reforzar los mensajes a la ciudadanía sobre el uso sanitariamente responsable de las playas, medidas de distanciamiento social, sobre equipamientos y servicios, y de limpieza y desinfección”. También pide a los ciudadanos “asegurarse de no tener síntomas compatibles con el COVID-19 y, en caso de tenerlos, no acudir a la playa”.