El diputado general, Markel Olano, y la diputada foral de Políticas Sociales, Maite Peña, se han reunido esta mañana en el centro sociosanitario de la Cruz Roja ubicado en la calle Matia de Donostia, con el director del centro, Antxon Amunarriz y una representación del personal sanitario que ha trabajado en la lucha contra el COVID-19. El encuentro ha servido para compartir una lectura de la evolución de la pandemia, y su incidencia en Gipuzkoa, especialmente entre la población de mayor edad.

En declaraciones realizadas ante los medios de comunicación, el diputado general ha anunciado que el centro sociosanitario de la Cruz Roja en Donostia volverá en las próximas semanas a atender a las personas allí residentes, que fueron reubicadas en sus domicilios o en otros centros residenciales. A este respecto, la Diputación Foral de Gipuzkoa reubicará en la tercera planta del Hospital de Eibar el centro para la atención exclusiva de COVID-19, habilitada recientemente como centro sociosanitario y con un total de 48 plazas.

El centro ubicado en Donostia ha sido el centro de referencia destinado exclusivamente a la atención de personas usuarias de centros residenciales de personas mayores de Gipuzkoa con positivo en COVID-19. El centro cuenta con un total de 130 plazas y es la dotación sociosanitaria más grande del territorio. Es por eso que la Diputación, en coordinación con el Departamento de Salud y Osakidetza, tomó la decisión el pasado 15 de marzo, antes de detectar los primeros contagios cuatro días más tarde, de habilitar el centro para la atención exclusiva de personas usuarias de residencias positivas de COVID-19 y con insuficiencia respiratoria moderada o grave.

Un recurso “fundamental”

Según ha subrayado el diputado general, el centro ha jugado un rol “fundamental” en la “contención” del COVID-19 en la red residencial y, en general, en el territorio, ofreciendo una atención “eficaz” a las personas ingresadas y preservando el “bienestar y la integridad” de todas ellas. “Todo ello gracias a la labor encomiable y entregada de todo el equipo de la Cruz Roja en momentos máxima dureza y dificultad. Quiero agradecer públicamente la contribución que habéis realizado a la lucha contra la enfermedad”, ha valorado.

Olano, quien ha arrancado su intervención con unas palabras de pésame y de cercanía hacia las familias que han perdido seres queridos durante la pandemia, ha afirmado que el conjunto de la red de atención a las personas mayores de Gipuzkoa ha respondido “con fortaleza y eficacia” a la hora de contener la pandemia. Para ello, según ha añadido, ha sido “vital” la labor de todo el personal, así como la colaboración entre todas las instituciones y agentes sociales concernidos, así como con el Servicio Vasco de Salud.

“Las residencias de mayores han sido y seguirán siendo nuestra principal prioridad, preservar el bienestar y la salud de las personas residentes y de las y los trabajadores. En este nuevo ciclo serán cruciales las medidas de prevención, anticipación y respuesta rápida”, ha resumido el diputado general, quien ha hecho un llamamiento a la ciudadanía a respetar escrupulosamente las medidas de seguridad recomendadas por las autoridades sanitarias.

En total se ha atendido a 89 personas mayores, y como máximo, al mismo tiempo, se han atendido un total de 45 personas ingresadas. Los dos primeros ingresos se produjeron el 23 de marzo y la última alta se dio el pasado 8 de mayo. Los objetivos, en palabras del diputado general, han sido “atender de la mejor manera posible a las personas residentes en la red de centros residenciales contagiadas del COVID 19 y asimismo contribuir a la no saturación del sistema sanitario en Gipuzkoa”, por eso, ha defendido que “hemos sido pioneros en tomar esta medida, nada sencilla pero muy necesaria”. Ha defendido, además, que la colaboración sociosanitaria ha sido “la clave” en la gestión de la enfermedad en Gipuzkoa, fruto de la “anticipación, la colaboración y la agilidad en la gestión”.

Las personas residentes del centro de la Cruz Roja, que cuenta con 130 plazas (73 de ellas sociosanitarias, 32 residenciales y 25 para personas con trastorno mental severo) fueron reubicadas en sus domicilios o en otros centros residenciales del territorio, y tras exhaustivas labores de limpieza y desinfección, en las próximas semanas volverán aquellas que sigan precisando de una atención socio-sanitaria.