- A estas alturas ya nadie duda de que el lunes no se va a producir el regreso a las aulas del alumnado de 2º de Bachillerato y FP proyectado por el Departamento de Educación. Al menos, no de forma generalizada, ni en la totalidad de cursos, ni al ritmo propuesto por el Gabinete de Cristina Uriarte la semana pasada. A las dudas sobre la seguridad sanitaria que el plan de desescalada ha despertado entre profesionales y familias se unen además otras de índole legal. Y es que en esta fase 1 con el freno echado, Euskadi puede ser la primera comunidad en retomar la actividad lectiva presencial, cuando ésta solo se contempla en la fase 2 del Gobierno de Pedro Sánchez, a partir del 25 de mayo. Además, de forma "voluntaria" y "excepcional".

Pese al patente malestar de la comunidad educativa, el Departamento de Educación sigue adelante con su calendario, condicionado quizás por las instrucciones que hoy pudieran salir de la Conferencia Sectorial que la ministra de Educación mantendrá con las comunidades autónomas para abordar el final de curso y la Evaluación de Acceso a la Universidad (EBAU). Para evitar los contagios en el retorno gradual a las aulas de los ciclos superiores, el Gobierno Vasco proveerá a los centros de mascarillas, pantallas protectoras, geles hidroalcohólicos, termómetros infrarrojos, cartelería de prevención y reforzará el servicio de limpieza.

El Comité de Salud Laboral del Departamento de Educación, encabezado por la viceconsejera de Administración y Servicios, Olatz Garamendi, se reunió ayer con los representantes sindicales. En dicho encuentro les trasladó las medidas del protocolo que han diseñado para garantizar "las condiciones de higiene y de seguridad ante el retorno a las aulas previsto a partir de la semana que viene". En la reunión Garamendi aseguró que el Departamento proporcionará los "materiales fundamentales por el Departamento de Salud" que garanticen las medidas de seguridad, y que el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales "mantendrá un seguimiento de las medidas".

Asimismo, fuentes del Educación señalaron que su voluntad es la de "mantener un contacto permanente con las representaciones sindicales en aras de velar por el derecho a la educación y las necesarias garantías de seguridad e higiene de los y las profesionales".

Es probable que este anuncio no evite que muchos centros opten por no abrir las puertas el lunes debido al principio de prevención que invocan los profesionales del sector y las familias, puesto que apenas quedan dos días hábiles para preparar los centros. Sin embargo, el suministro de EPIs o el refuerzo de la limpieza y desinfección de las superficies con mayor contacto como barandillas, interruptores, así como en los baños, puede allanar el camino de la desescalada. El hecho de que Educación haya dado libertad a las direcciones de los centros para articular cómo, quiénes y cuándo vuelven sus estudiantes también ha rebajado considerablemente la tensión provocada por un retorno que, a priori, era "obligatorio" para todo el alumnado de los cursos sensibles -4º de ESO, Bachillerato y FP-, salvo excepciones por causa de enfermedad.

Aunque oficialmente el departamento mantiene que la vuelta a clase no depende de la voluntad de las familias, en la práctica muchos centros modularán esa desescalada a lo imprescindible. Varios institutos ya han anunciado que están estudiando la posibilidad de que al principio solo vuelva el alumnado de 2º de Bachillerato que tiene que hacer la selectividad o el alumnado de cursos inferiores con asignaturas pendientes en los dos primeros trimestres y con problemas de conexión en casa. Ikastoleen Elkartea anunció ayer que no prevé que sus centros, salvo excepciones, comiencen de nuevo la enseñanza presencial el próximo lunes. Su intención es abrir los centros más adelante "con todas las garantías" de seguridad y salud, y solo con los alumnos que "de verdad necesiten las clases presenciales".

Las ikastolas consideran adecuado que se haya limitado el número de cursos que tendrán que volver a las aulas aunque "se tenía que haber limitado algo más y el alumnado de 1º de Bachillerato y 1º de Formación Profesional no debería volver" porque ello ayudaría a los centros a poder cumplir con las normas de seguridad de una manera más exhaustiva. En cambio, sí ven con buenos ojos el retorno del alumnado de 2º de Bachillerato, aunque "tenemos dudas con la fecha, si el objetivo de estos alumnos y alumnas es, probablemente, realizar el examen de entrada a la universidad, pondríamos el foco en el momento de preparar esa prueba, no antes". Desde los centros religiosos, la lectura es bastante similar. La patronal mayoritaria de la red concertada, Kristau Eskola, se opone abiertamente a la apertura en mayo, aunque "si se dan las garantías sanitarias suficientes, existe con antelación suficiente un plan de apertura concreto, y existe el suficiente consenso con los agentes, se valore la posibilidad de hacer una limitada y gradual apertura de aulas, en el mes de junio, en una siguiente fase, y exclusivamente para 2º de Bachillerato y FP".

Pero esto es solo el marco general de las patronales de la red concertada, que escolariza a la mitad del alumnado del sistema. Luego cada centro concertado, como en la pública, podrá hacer lo que estime oportuno en función de su realidad. La apuesta que ha hecho el departamento por la autonomía docente tiene un claro componente positivo, y es que cada centro tiene la libertad para hacer lo que más beneficie a su alumnado. Sin embargo, este enfoque plantea un problema también evidente. No en vano, la desescalada de la enseñanza vasca podría darse a múltiples velocidades, tantas como centros hay, lo cual podría ensanchar aún más la brecha educativa que la pandemia ha sacado a la luz.

Durante su protesta frente a la sede del Gobierno Vasco en Bilbao, los sindicatos, además de denunciar la "irresponsabilidad" con la que se estaría conduciendo el departamento con su plan de desescalada, advirtieron de las consecuencias que éste podría tener sobre el alumnado más vulnerable. En este sentido, el responsable del área de Educación de CCOO de Euskadi, Pablo García de Vicuña, señaló que abrir los centros educativos de esta manera va a aumentar "la brecha y que haya mayores diferencias" entre los alumnos que vuelvan a las clases presenciales y los que no. Según indicó, se debe negociar para que se abran "todos los centros en las mismas condiciones" y mientras Educación no negocie las medidas oportunas, tendrá a los sindicatos "enfrente".

Reunión con los sindicatos . El Gobierno Vasco va a poner a disposición de los centros públicos los materiales considerados fundamentales por el Departamento de Salud.

Mascarilla. Todos los centros educativos dispondrán de mascarillas para el profesorado y personal del centro. Dado el uso generalizado de mascarillas y la obligatoriedad de su uso, por ejemplo, en el transporte público, el alumnado deberá portar su mascarilla. Sin embargo, el centro garantizará una mascarilla para el alumnado que por diversos motivos careciera de él en el momento de acceder al centro educativo.

Pantallas. Se facilitará, al personal que lo solicite, una pantalla protectora.

Geles. El centro dispondrá de geles hidro-alcohólicos.

Termómetros. Cada centro educativo dispondrá de un termómetro por infrarrojos.

Limpieza y desinfección. Habrá un refuerzo del servicio de limpieza del centro educativo. Se prestará atención a la desinfección de las superficies de mayor contacto: barandillas, manillas, interruptores, así como los baños. Cada centro dispondrá durante las horas lectivas, de personal de limpieza para garantizar la higiene.

Señalización. Se ha elaborado un cartel explicativo que recoge las medidas preventivas.

Dicho material acompañará a otra serie de medidas con las que se garantizan las sanitarias. Habrá una distancia de seguridad entre puestos escolares de 1,5 metros, acompañada del uso de la mascarilla. Dicha distancia será de dos metros en el resto de espacios. Se procederá al cierre de los espacios que no se prevean utilizar. Se prestará especial atención a la frecuencia de la limpieza de manos. Las entradas y salidas serán ordenadas y escalonadas.