- El personal de la residencia San Juan de Zestoa ha adoptado la decisión de aislarse con las personas residentes a partir de mañana.

Este aislamiento se plantea por turnos semanales. Este periódico se ha puesto en contacto con la residencia que ha confirmado que el lunes entrará el primer turno compuesto por doce personas, que permanecerán en la residencia hasta el próximo lunes, cuando entrará un nuevo grupo compuesto por otros doce profesionales.

Por si fuera necesario, aseguraron desde San Juan, un "retén" de personal permanecerá en sus hogares para incorporarse en el caso de que así se les requiera.

En ambos turnos, explicaron desde el centro, se incluye una cocinera, aunque ya no entrará a la residencia ningún suministro. "Nos entregaban pan, periódico, carne etc. Ya no lo vamos a hacer así. Con la intermediación de la Diputación funcionaremos con un catering, para que solo haya una entrega".

El suministro de medicamentos para los residentes, explicaron, ya está acordado con la farmacia del municipio y la atención médica se desarrollará, en la medida de lo posible y si no surge ninguna urgencia, por teléfono.

"Lo que queremos es que haya el menor contacto posible con el exterior", explicaron desde el centro donde residen 36 personas más otras siete que viven en los pisos tutelados a su cargo.

El personal que se encuentre de servicio residirá en las dependencias del centro de día, que permanece cerrado hasta que se levante el estado de emergencia sanitaria.

Según explicó el director de la residencia, Joseba Illarramendi, a la publicación local Danbolin, las constantes entradas y salidas del personal de la residencia, pese que se adoptaban todas las medidas de protección exigidas, generaba gran preocupación tanto en el propio personal como en sus familias y las de los usuarios.

"Somos conscientes de lo que conllevaría la entrada del COVID-19 en la residencia", apuntó Illarramendi. De ahí que se haya tomado la decisión, por vez primera en Gipuzkoa, de que el personal se aísle con los residentes.

Aunque en la actualidad la plantilla de la residencia San Juan está compuesta por 45 trabajadores y trabajadoras, se ha estimado que las necesidades por turno pueden ser cubiertas sin problemas por equipos compuestos por doce profesionales, aunque el resto, que permanecen en la reserva, también había mostrado su disposición para colaborar en este sentido.

En cada turno se incluirán, además de las auxiliares y la cocinera, una enfermera y personal encargado de la limpieza. El propio director participará en el primer turno, mientras que la psicóloga del centro, Saioa Ramos, le tomará el relevo en el segundo.

El objetivo es claro, preservar en la medida de lo posible a los residentes del riesgo de infectarse con el coronavirus.