- El nuevo acceso de entrada y salida a Irun desde la autopista AP-8 por la zona de Oinaurre dará un “respiro” al tráfico de Irun desde hoy.

“El nuevo semienlace de Oinaurre posibilitará una conexión más directa con el centro de la ciudad y permitirá una notable mejora en la movilidad de los irundarras, a la vez que supondrá un alivio de los problemas de tráfico generados por la cercanía con la frontera”, explicó ayer la portavoz foral, Eider Mendoza, durante una rueda de prensa telemática en la que dio cuenta de los acuerdos del último Consejo de Gobierno.

Tras recordar que las obras de esta infraestructura han tenido una duración de trece meses y un presupuesto de 9,25 millones, la portavoz foral explicó que se trata de un vial doble con una rotonda y un viaducto que conectan con los carriles de entrada y salida de la autopista.

El enlace parte desde la rotonda de Oinaurre, a pocos metros de Elizatxo Hiribidea, que es uno de los ejes principales de entrada a la ciudad y en la que confluyen las calles Arabatenea y Jostun Kalea.

El nuevo acceso de Oinaurre es el primer paso de la Ronda Sur de Irun, en cuya financiación la Diputación invertirá un total de 15,25 millones.

“La construcción del enlace mejora la accesibilidad del núcleo urbano, pero su verdadero potencial de servicio se manifestará cuando se complete la construcción de la Ronda Sur, que bordea el casco de Irun paralelo a la autopista, generando nuevos accesos a su trama urbana”, advirtió Mendoza.

El semienlace cuenta con pórticos de lectura de dispositivos Via-T o Abiatu, de modo que los vehículos equipados con estos sistemas abonarán los 3,2 kilómetros que hay hasta el peaje de Irun-Barrera y no los siete kilómetros del trayecto completo entre el peaje de Irun y Behobia.

Resolver retenciones. La portavoz foral, Eider Mendoza, anunció ayer la aprobación por el Consejo de Gobierno del proyecto de la rotonda del cruce entre la N-634 y la GI-631 a la altura de Arroa Behea (Zestoa), con un presupuesto de licitación cercano a los 600.000 euros y un plazo de ejecución de cuatro meses. Un equipamiento con el que, como avanzó Mendoza, se intentarán “resolver las largas retenciones que se suelen producir en el carril central de giro hacia Zestoa provocado por la gran cantidad de vehículos provenientes de Zumaia que quieren acceder a la GI-631 para después tomar la autopista”.