- La pequeña localidad de Soraluze amaneció ayer consternada tras conocerse que una vecina de la localidad, Octavia Gómez, de 74 años, había sido asesinada, presuntamente, a manos de uno de sus hijos, V. N., de 33 años.

El trágico suceso tuvo lugar poco antes de las 3.00 horas de la madrugada en el domicilio que la víctima y el presunto parricida compartían en un segundo piso del portal número 13 de la calle Estaziño y después de que los vecinos de la zona escucharan una discusión entre madre e hijo.

Al parecer, fue en torno a las 2.00 horas cuando empezaron a escucharse ruidos en la vivienda y poco después se oyó un fuerte grito. Alertados por esa situación, vecinos del entorno dieron la voz de alarma a los servicios de emergencia, que movilizaron a una patrulla de la Er-tzaintza.

Según indicaron desde el Departamento vasco de Seguridad, al llegar esta al lugar de los hechos, los agentes se encontraron a un hombre en la calle, que les manifestó “que había una persona muerta en su casa y que había dejado la puerta abierta”.

Al entrar en la vivienda, los agentes de la Ertzaintza se encontraron en una de las habitaciones el cuerpo sin vida de Octavia, que presentaba “un fuerte hematoma en la cara”.

Al lugar se movilizaron los servicios médicos y forenses, que solo pudieron certificar el fallecimiento de la víctima, así como una comitiva judicial y efectivos de investigación y de la Policía Científica de la Ertzaintza, que estuvieron trabajando en el lugar de los hechos hasta cerca de las 10.00 horas, cuando se procedió a la retirada del cadáver y a la detención de V. N., acusado del asesinato de su madre.

La noticia de este crimen machista corrió como la pólvora entre la ciudadanía de Soraluze que, dada la imposibilidad de salir a la calle como consecuencia de la alerta sanitaria por el coronavirus, sustituyó la concentración de repulsa que se suele llevar a cabo en estos casos por una ruidosa cacerolada desde los balcones, terrazas y ventanas.

Ese acto, promovido por el movimiento feminista de la localidad, se llevó a cabo a las 21.00 horas de ayer con una gran participación y hoy se repetirá (a la misma hora) en el resto de los municipios de la geografía vasca.

Las tres formaciones políticas representadas en el Consistorio de Soraluze (PNV, EH Bildu y PSE) consensuaron ayer un comunicado en el que manifiestan su “más enérgica repulsa y condena del asesinato”, así como su “apoyo y cercanía” hacia el entorno de la víctima, “poniendo a su disposición la información y los recursos municipales que requiera”.

Además, el Ayuntamiento manifiesta su “voluntad inequívoca de no tolerar ninguna violación de los derechos humanos de las mujeres” y muestra su preocupación ante “el posible repunte de actos y comportamientos machistas que pueda darse en la actual coyuntura de cuarentena y aislamiento a consecuencia de la crisis sanitaria del COVID-19”.

A juicio de la corporación de Soraluze, “la violencia machista contra las mujeres tiene agresores y víctimas individuales pero obedece a un problema estructural que tiene como objetivo perpetuar el control y dominio sobre las mujeres”.

Por ello, el Ayuntamiento asegura que no cejarán “en el empeño de seguir impulsando cuantas medidas sean necesarias para responder a un problema social que atenta contra las bases de nuestra convivencia democrática”.

En la misma línea, la portavoz de la Diputación, Eider Mendoza, aseguró que “la violencia contra las mujeres, en sus múltiples manifestaciones, es el resultado de la situación estructural de falta de igualdad” de nuestra sociedad.

Mendoza expresó de esa manera la más “rotunda condena” y “firme repulsa” de la institución foral al citado asesinato, al tiempo que trasladó toda su solidaridad a familiares, amigos y allegados de la víctima.

Además, recordó que las muertes son “el testimonio más cruel” de la falta de igualdad, así como de “las actitudes e ideas machistas que quieren tener sometidas y bajo control a las mujeres”.

Asimismo, Mendoza insistió en que este tipo de violencia “no es un problema privado”, sino que afecta “a toda la ciudadanía”, por lo que apeló “a la responsabilidad de todos para evitar y denunciar estos ataques de forma activa”.

Según sus palabras, “ni la violencia contra las mujeres ni las actitudes machistas que las sustentan, bajo ninguna circunstancia, tendrán cabida en Gipuzkoa. Es necesario que toda la sociedad asuma ese compromiso”.

Para terminar, la portavoz foral recordó que los servicios de urgencia y centros de acogida que atienden a víctimas de violencia de género permanecen abiertos “a pesar de las medidas extraordinarias tomadas por el coronavirus”.

Servicio de atención a víctimas En la CAV: 900 840 111.

En el Estado: 016.

Emergencias. 112.