Donostia - La desgracia golpeó de lleno ayer a Arrasate, sobre todo a los barrios de Santa Teresa y Musakola. Dos jóvenes de la localidad perdieron la vida en el interior de un coche aparcado con el motor en marcha por causas que la Ertzain-tza está investigando.

La joven Sheila Garcia Arnaiz, de 29 años, vecina de Santa Teresa, y Jon Ander Kortabarria Saez, de 25 años, residente en Musakola, fueron hallados inconscientes ayer por un vecino al que le llamó la atención la presencia de los dos jóvenes en el interior de un coche en marcha aparcado en el parking de la calle Santa Teresa, junto al instituto de la localidad. El gesto de la cabeza de ambos desplomada despertó la curiosidad de esta persona que, al acercarse y darse cuenta de que les podía ocurrir algo, dio el aviso a SOS Deiak a las 11.15 horas.

Todas las hipótesis están abiertas, pero en principio no hay indicios de que se trate de un caso de suicidio o violencia de género, ya que de hecho no se encontraron evidencias de agresión en los cuerpos. Una mala combustión pudo ocasionar la intoxicación de los jóvenes, pero este extremo deberá ser confirmado por la autopsia.

Al parecer, Sheila y Jon Ander, como tantos miles de jóvenes, hicieron ayer tras las Campanadas, celebraron el Año Nuevo yéndose de bares por el municipio natal de ambos. Amigos y vecinos del barrio, acabada la fiesta, Jon Ander le ofreció a Sheila llevarla a casa. Lo que pudo ocurrir cuando llegaron al aparcamiento y hasta que fueron encontrados inconscientes es un incógnita. No obstante, el hecho de que el motor del coche de Jon Ander estuviera en marcha hace sospechar que pudo producirse una mala combustión y que ambos, cansados tras una noche de fiesta, se quedaran dormidos sin darse cuenta de que estaban respirando aire tóxico, aunque de momento solo es una sospecha.

En este sentido, el Departamento de Seguridad informó de que hasta que no se practiquen los análisis forenses no es posible determinar las causas del fallecimiento.

ataque de ansiedad Tras el aviso, hasta el lugar se desplazaron varias dotaciones de la Ertzaintza y de la Guardia Municipal, así como una ambulancia que intentó reanimar sin éxito a los jóvenes. La fiesta acababa en Arrasate de la peor manera posible.

Un grupo de familiares y amigos de los fallecidos también acudió a la calle Santa Teresa, donde permanecieron visiblemente afectados. De hecho, una de las amigas de la joven fallecida tuvo que ser atendida en el Hospital de Arrasate por una crisis de ansiedad.

Agentes de la Policía Autonómica iniciaron una investigación para tratar de esclarecer las circunstancias de las muertes, sin que en un primer momento se hayan detectado indicios de violencia en el lugar, adonde se desplazó la comitiva judicial.

Tras ordenarse el levantamiento de los cadáveres, pasadas las 15.00 horas, los servicios funerarios trasladaron los cuerpos a dependencias del Instituto Vasco de Medicina Legal para que les fuera practicada la autopsia con el fin de determinar las causas de la muerte.

La noticia cayó como un jarro de agua fría en la villa cerrajera y sobre todo en el barrio de Musakola. "Consternación" fue la palabra elegida para expresar el pesar del municipio por la portavoz jeltzale del Ayuntamiento, Anuska Ezkurra, que declinó hablar sobre lo ocurrido, puesto que hay una investigación judicial en marcha.

Muchos vecinos se movían entre la incredulidad y la desesperación ante lo ocurrido a los dos jóvenes arrasatearras. El sino quiso además que el día hubiera comenzado con noticias que, en principio, deberían haber augurado una jornada de celebración más aún si cabe por haber entrado en el nuevo año. 320.000 euros dejaba el Extra de Navidad de la ONCE en boletos premiados con 20.000 euros y repartidos en un bar del mismo barrio Musakola. Arrasate también salía en las noticias gracias a Adei, el primer niño guipuzcoano de 2020.

Sin embargo, todo quedó en un segundo plano después de que se conociera el fallecimiento de los dos jóvenes. Una cruel noticia para iniciar el nuevo año. - N.G./Efe