El PSOE saca adelante su propuesta de ley para modificar el Código Penal en materia de proxenetismo con los votos a favor del PP y de Podemos, pero no consigue convencer a los comunes, que han votado en contra, ni a sus socios en el Congreso. PNV, EH Bildu y PDeCAT han decidido a abstenerse, mientras ERC, Junts y CUP han votado en contra. Tambien ha votado 'No' Ciudadanos y Vox ha optado por la abstención.

Ha sido la vicesecretaria general de los socialistas, Adriana Lastra, quien ha defendido este texto que busca, según ha señalado que, después de "décadas" las mujeres "sean las únicas dueñas de su propia vida" y que la explotación de las mujeres no tenga espacio en la sociedad. "En democracia, las mujeres ni se compran ni se venden", ha declarado.

Durante su intervención, ha asegurado que su formación está dispuesta a "trabajar con los grupos que compartan el objetivi de acabar con el proxenetismo" en el país y ha criticado a aquellas formaciones que han tachado a las socialistas de "ingenuas" o "puritanas". "Sabemos a los que nos enfrentamos", ha declarado Lastra, antes de señalar que la explotación sexual supone "un negocio de miles de millones en el país".

El PP denuncia la "normalización" de esta actividad

Este discurso ha sido defendido también por la portavoz de Igualdad del PP, Marta González, quien se ha mostrado "cansada" de escuchar en otros partidos argumentos como que el de la prostitución es "un debate estéril", que debe "ser realistas" porque "la prostitución existe desde el comienzo de la historia" o "porque su erradicación es imposible y su existencia inevitable", que es "un mal menor que hay que tolerar para que los hombres tengan sus necesidades sexuales satisfechas" o que "también hay mujeres que consumen y hombres que la ejercen", entre otros.

"Millones de niños trabajan en el mundo y nuestra conciencia nos impide abogar porque se regule esa actividad", ha declarado la diputada del PP al respecto.

González cree que, desde la reforma del Código Penal de 1995, que eliminó la tercería locativa, se ha vivido una "normalización" de esta práctica hasta llegar a "un nivel de indiferencia y tolerancia inaudito" hacia una actividad que, según ha señalado, "esconde los rasgos más crueles de discriminación y violencia". "La prostitución no puede ser considerada un trabajo porque no es comparable a ninguna actividad laboral", ha concluido.

División en Unidas Podemos

Quien también ha apoyado la tramitación de este texto es Podemos, cuya portavoz en el debate, la diputada Sofía Castañón, se ha centrado en cuestiones técnicas de la norma. Sobre el sentido de su voto, ha explicado que los morados están convencidos de la necesidad de un acuerdo en materia de explotación sexual.

Sin embargo, el socio del PSOE en el Ejecutivo ha sido el único partido del grupo confederal en el Congreso que ha dado su voto favorable a los socialistas. Los representantes de En Comú Podem, a excepción del diputado Ismael Cortés, ha decidido votar que no a la tramitación de esta iniciativa al entender que la solución a este fenómeno no es una perspectiva "punitivista".

Este ha sido uno de los argumentos más usados por otras formaciones que tampoco han apoyado al PSOE en esta propuesta. Estos partidos también han coincidido en considerar que esta ley llega tras una "pataleta" de los socialistas tras retirar la enmienda con el mismo contenido a la ley 'solo sí es sí' o a su intención de demostrar una "superioridad moral".

Del mismo modo, muchas formaciones han llamado a reformar la ley de extranjería como medida para abolir la prostitución.

Los socios no apoyan la iniciativa

Así, la portavoz de ERC en materia de Igualdad, Pilar Vallugera, ha asegurado que la iniciativa tiene "prohibicionismo y punitivismo como el de toda la vida" y ha reprochado al principal partido en el Gobierno que no aproveche la mayoría actual para reformar la ley de extranjería y evitar que las mujeres en situación irregular se vean abocadas a ser explotadas y que, además, en la actualidad les estén aplicando la ley mordaza.

"El punitivismo y la censura no transforman, solo traen más punitivismo", ha apuntado la representante de CUP, Mireia Vehí, antes de lamentar que el PSOE se esté "aliando con la derecha para criminalizar el porno y el trabajo sexual". También EH Bildu, a través de su portavoz en esta materia, Bel Pozueta, ha señalado que su formación no comparte "abordar una cuestión tan compleja únicamente desde la perspectiva punitivista" y ha explicado que el Código Penal no está "para imponer moralidad en torno a la sexualidad de una sociedad".

Para el portavoz de Igualdad de PNV, Joseba Agirretxea, esta "no es una cuestión de buenos y malos" o de personas "con mejor o peor moral" y ha lamentado que los socialistas planteen esta propuesta de ley de esta manera. En este sentido, le ha recordado que están en el Ejecutivo y que "tienen en su mano el Ministerio de Justicia y de Interior" con los que, a su juicio, podrían haber redactado una norma con "garantías, informes y avales y no deprisa y corriendo".

De forma similar se ha expresado el diputado de BNG, Nestor Rego, que ha calificado de "poco serio" el trabajo del PSOE en esta iniciativa, mientras que su homóloga de PDeCAT, Concepció Cañadell, se ha mostrado "sorprendida" de que un tema tan "complejo" como este se presente sin "memoria o informe".

"Se deprecia la capacidad de dar consentimiento de las trabajadoras sexuales", ha denunciado, por su parte, la portavoz de Junts en esta materia, Pilar Calvo. También la representante de Igualdad de Ciudadanos, Sara Giménez, ha usado este argumento en contra de tramitar esta iniciativa. A su juicio, esta propuesta de ley es "un parche legislativo para criminalizar la prostitución".

Finalmente, Vox ha lamentado que esta iniciativa no traiga alternativa, medios y recursos para las mujeres que están en contexto de prostitución. A través de su portavoz en este debate, María de la Cabeza Rúiz, han explicado que se trata de una propuesta que "falla clamorosamente en el endurecimiento de las penas" y que "sigue protegiendo en exceso la delincuencia", quedándose en superficialidad del problema".