- El juicio al exdirigente de ETA José Antonio Urrutikoetxea en el Tribunal Correccional de París comenzó ayer con retraso por las protestas de su defensa después de que las juezas se negaran a aplazarlo para que pudiera estar presente una testigo.

Tras casi dos horas y media en las que no se llegó a examinar el fondo del asunto, Laure Heinich, abogada de Urrutikoetxea, reclamó la mediación del decano del Colegio de Abogados por considerar que con su negativa a la testigo el proceso no podía continuar de forma serena.

Heinich señaló que sospechan que hubo "una falsificación" en la firma de un acuse de recibo de una convocatoria errónea que le llegó a Véronique Dudouet, la testigo cuya presencia se había solicitado.

En un ambiente enrarecido, la letrada reclamó un retraso de la audiencia para que se aclare qué sucedió con esa convocatoria y para que pueda estar presente Dudouet, que es investigadora en la Fundación Berghof de Berlín.

La Fiscalía había rechazado aplazar la audiencia después de insistir en que esa mujer "no es indispensable" para el examen de la causa y en que "si hubiera sido tan crucial" como pretende la defensa podría haberse presentado ayer, pese a los problemas de su convocatoria.

Las juezas no modificaron su postura después de reunirse al margen de la audiencia pública y el proceso continuó con el interrogatorio a Urrutikoetxea.

Laurent Pasquet-Marinacce, otro de su letrados, también intentó aplazar el juicio pidiendo que se declarara irregular el acta de acusación, sobre todo con el argumento de que junto a los elementos acusatorios deberían haberse incluido otros referidos a su implicación en los procesos negociadores entre ETA y el Gobierno español.

El abogado, que calificó la situación de su cliente de "absurda", se quejó de que la Fiscalía se hubiera esforzado por obviar todo lo que tuvo que ver con su papel negociador, en particular con su estancia en Oslo entre finales de 2011 y comienzos de 2013.

Urrutikoetxea estuvo en la capital noruega junto a otros dos etarras, Iratxe Sorzábal y David Pla, en espera de un emisario del Gobierno de Mariano Rajoy, que finalmente no quiso enviar a ningún representante.

"El fondo de este asunto es eminentemente político", subrayó Pasquet-Marinacce tras criticar que en la instrucción no se incorporaran las razones por las que Urrutikoetxea "se escondió desde 2006" en una granja del departamento de Ariège, en los Pirineos, donde se hacía llamar Daniel Martin y pretendía ser profesor universitario.

Según su versión, la razón de su presencia en esa granja no era únicamente escapar al cerco de la Policía española, sino que en esa época "estaba también en ruptura con ETA".