- Las relaciones entre Marruecos y España son cada día peores de tal modo que el Gobierno Rabat se plantea romper relaciones diplomáticas con el Gobierno español, ya que da por rota la confianza y el respeto mutuo entre los dos países. Tras el durísimo comunicado del Ministerio marroquí de Asuntos Exteriores, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, respondió asegurando que es “absolutamente inaceptable” que Marruecos haya podido “atacar las fronteras” de Ceuta con el asalto de más de 10.000 personas como forma de protestar por un problema de política exterior.

De hecho, Marruecos desligó ayer lo que llamó “grave crisis” con España de la suerte que corra el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, que comparece hoy ante la Audiencia Nacional, al advertir de que lo que espera de Madrid es “una aclaración sin ambigüedades de sus elecciones, sus decisiones y sus posiciones” sobre la cuestión del Sáhara.

El ministerio marroquí de Exteriores emitió un comunicado en las horas previas a la comparecencia ante el juez Santiago Pedraz del secretario general del Frente Polisario Brahim Ghali, convaleciente en un hospital de Logroño de un caso grave de covid-19, una hospitalización que la jefa de la diplomacia española, Arancha González Laya, justificó “por razones humanitarias”.

Ghali responderá por dos denuncias: una interpuesta por el ciudadano hispano-saharaui Fadel Breica por “detención ilegal, torturas y lesa humanidad”, y la otra presentada por una asociación canaria por “genocidio, asesinato, terrorismo, torturas y desapariciones” sufridos “por los prisioneros de guerra” y por ciudadanos saharauis, “especialmente por los de origen español, en manos del Frente Polisario”.

“La crisis no se reduce a un hombre: no comienza con su llegada, ni terminará con su partida. Se trata, ante todo, de una cuestión de confianza y de respeto mutuo rotos entre Marruecos y España (...) Las legítimas expectativas de Marruecos van más allá: comienzan con una aclaración, sin ambigüedades, por parte de España, de sus elecciones, sus decisiones y sus posiciones”, dice el comunicado de Exteriores. Es la primera vez que Marruecos “aparca” de manera clara el destino inmediato de Brahim Ghali para trasladar la crisis al terreno puramente político, al considerar que en España “hay connivencia con los adversarios del Reino (el Frente Polisario)”, y el caso Ghali “ha revelado las actitudes hostiles y las estrategias perjudiciales de España hacia la cuestión del Sáhara marroquí”.

Tras este duro comunicado, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, respondió que es “absolutamente inaceptable” que Marruecos hubiera podido “atacar las fronteras” de Ceuta con el asalto de más de 10.000 personas como forma de protestar por un problema de política exterior. “No es admisible que un Gobierno diga que se atacan las fronteras, que se abren para que entren 10.000 en un país vecino, por desavenencias y discrepancias en política exterior”, subrayó Sánchez.

Para Sánchez, esta actitud es “absolutamente inadmisible” y recordó que Marruecos “no debe olvidar que no tiene ni mejor ni mayor aliado en la UE que España”, que es un “interlocutor imprescindible, necesario y privilegiado” con Europa.

Inadmite una denuncia. El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que instruye las dos querellas presentadas contra el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, inadmitió una denuncia de un colectivo de abogados marroquíes por un delito de falsificación del documento de identidad. El juez señala en su auto que la Audiencia Nacional no es competente en este tipo de delitos, alegando que los hechos no pueden constituir un delito de los atribuidos a la competencia de la Audiencia Nacional.