Su marcha de la Audiencia de Gipuzkoa deja un vacío difícil de suplir. Nacido en 1963, Iñaki Subijana nunca ha perdido el contacto con la universidad, algo que se percibe en su modo de hacer y en sus palabras, siempre didáctico. Amante de la lectura y de la montaña, este seguidor entusiasta de la Real Sociedad, sin llegar a ser forofo, es un guipuzcoano de reconocida talla intelectual que ha ido forjando a lo largo de una carrera judicial que se inició en 1990.

A pesar de moverse en un ámbito en el que los recursos escasean, siempre ha mostrado interés por ir un paso más allá. Muestra de ello son los sistemas alternativos de resolución de conflictos y los servicios de mediación que con tanto ahínco ha impulsado en el sistema de Administración de Justicia, incluso antes de que el Gobierno Vasco institucionalizase los servicios.

Cualidades y experiencia que le brindan ahora la oportunidad de asumir la presidencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), plaza que ocupa por primera vez un guipuzcoano. Algo, por cierto, que no pasó desapercibido en su discurso de despedida.

El hasta ahora presidente de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa es asociado a Juezas y Jueces para la Democracia. Un magistrado de perfil progresista que apuesta por un sistema jurídico al servicio de las personas y no a la inversa. La estela de ese perfil humanista queda impresa en resoluciones que han llegado a ser también discutidas, como la que condenó a cuatro guardias civiles por maltratos a los detenidos vascos Igor Portu y Mattin Sarasola. La condena fue revocada por el Tribunal Supremo, aunque finalmente el Tribunal Europeo de Derechos Humanos decretó que, efectivamente, se había producido "trato inhumano".

En la distancia corta Subijana se muestra cercano, empático, seguro de sí mismo. De esas personas que no elude ninguna de las cuestiones que se le plantean, aunque sabe medir con precisión sus respuestas.

Trabajador infatigable, su carrera profesional ha ido evolucionando desde aquel primer destino judicial en el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Azpeitia. Tras ascender a magistrado, pasó a desempeñar su labor en la Audiencia Provincial de Cádiz entre los años 1992 y 1995. Posteriormente, pasó al juzgado de primera instancia 5 de San Sebastián y más tarde al juzgado de lo penal 2 de la capital donostiarra. Ya en 2001 ocupó plaza de magistrado en la sección primera de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa, que ha presidido desde 2010, dejando un notable legado.

A nivel interno, ha culminado el proceso de especialización de las secciones de la Audiencia. Consciente de que no se puede saber de todo y que es precisa la especialización para el despeño de la profesión, las tres secciones de la Audiencia dejaron de ser mixtas para dividirse entre civil y penal. El magistrado siempre ha defendido la cualificación para buscar el mejor rendimiento.

Impulsor de la Unidad Judicial del Hospital Aita Menni

Entre sus aportaciones también figura su decidida apuesta por la creación de la unidad judicial del Hospital Psiquiátrico Aita Menni, en Arrasate. Para los magistrados es poco menos que una joya, la envidia de otras comunidades. Subijana se interesó por las condiciones en las que se aplican medidas de seguridad a personas con patología mental. Antes de contar con la unidad judicial de Arrasate, el centro más cercano de Gipuzkoa era el Psiquiátrico Penitenciario de Foncalent (Alicante). Su papel desde la administración de justicia ha sido determinante para que las personas que cumplen alguna de estas medidas y sus familiares encuentren un trato más humano y menos represivo cerca de casa, con una atención profesionalizada.

El magistrado ha sido también profesor de Derecho Penal en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). Fue uno de los discípulos de Antonio Beristain, fundador del Instituto Vasco de Criminología con el que tanto contacto ha mantenido el nuevo presidente del TSJPV. Además, ha dirigido e impartido cursos de formación para personal de Instituciones Penitenciarias y también para jueces y magistrados tanto dentro como fuera de España.

A lo largo de estos años, Subijana también ha mostrado sensibilidad e interés por la protección de las víctimas vulnerables (en especial mujeres y niños), la ciberdelincuencia o la violencia de género en menores y adolescentes.