- El ex secretario general del PP de Madrid Francisco Granados ha solicitado al juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón, que investiga el caso Púnica, un careo con el extesorero del partido Luis Bárcenas, con el fin de “acreditar la falsedad” de los hechos manifestados por este el pasado día 25 de febrero.

Bárcenas declaró en calidad de testigo que entregó, entre 2007 y 2008 junto al también extesorero Álvaro Lapuerta a la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre un sobre con 60.000 euros que habían recibido de una constructora para financiar campañas electorales. Añadió que lo hizo en presencia de Granados, y el escrito de la defensa apunta que Bárcenas le confundió con Ignacio González, entonces secretario de campaña de las elecciones de 2007 y que está investigado en los casos Púnica y Lezo.

Según el relato de Bárcenas, el dinero fue recibido por Lapuerta, y se metió en un sobre marrón de los que se usaban en la Tesorería del partido. Ambos, gerente y tesorero, bajaron a la planta primera de la sede del PP en la calle Génova y lo entregaron en mano a Aguirre, quien estaba junto a Granados y el que fuera el gerente del PP madrileño Beltrán Gutiérrez.

Esto demuestra, a juicio de la defensa de Granados, que esta circunstancia es “manifiestamente falsa”, ya que el también exconsejero de la Comunidad de Madrid “no tenía nada que hacer en ese despacho y en esas elecciones”, pues no tenía ninguna responsabilidad en las mismas. Así, con su petición del encuentro cara a cara, Granados trata de demostrar que no estaba presente durante la entrega de ese sobre con billetes, pero no rebate la entrega en sí misma.

Su abogado incluso señala que el propio Bárcenas se “sorprendió” cuando la Fiscalía aclaró quien era en 2007 el secretario de la campaña electoral y emplaza al juez instructor a revisar la grabación de la comparecencia y “ver el rostro” del testigo. “Algo le fallaba en el plan establecido”, destaca.

En su solicitud, la defensa de Francisco Granados acusa a Bárcenas de hacer uso de “un recurso muy común” como el de aludir a una persona ya fallecida -como es el caso del extesorero Álvaro Lapuerta- como único testigo que podría ratificar su testimonio, lo que “quiebra toda posibilidad de defensa respecto de lo que sobre él se pudiere alegar”.

Añade que tampoco dispone de “ninguna prueba documental en torno a la alegada financiación ilegal del partido”, y pese a que Bárcenas manifestó que disponía de tres cajas con documentos, recuerda que se encontraban “en un sitio sin identificar y a través de una persona tampoco sin describir”. Se trata de “una declaración testifical con mucho bombo y revuelo mediático, pero sin relevancia alguna para el curso de las presentes diligencias de investigación”, zanja.