- Sare reclamó ayer a la nueva mayoría política en el Estado que cumpla la legalidad en materia de presos, ya que no tiene "ningún sentido una política antiterrorista nostálgica y disfrazada de reparación". Esta reflexión se escuchó en el Palacio Euskalduna de Bilbao en un acto que sirvió de prólogo a las concentraciones realizadas en 220 localidades en las que se reclamó el fin del "régimen de excepcionalidad" que sufren los presos y sus familias. Al acto del Euskalduna asistieron, entre otros, Irune Berasaluze (PNV), Maddalen Iriarte (EH Bildu) o Miren Gorrotxategi de Elkarrekin Podemos-IU. También hubo representantes de ERC, de la CUP y de ANC, además de presencia de todos los sindicatos vascos.

Según los portavoces de Sare, Joseba Azkarraga y Arantza Aldazabal, se viven "tiempos de esperanza" porque algo se está moviendo en política penitenciaria por el "impulso conjunto y las nuevas mayorías políticas en el Estado". En concreto, aludieron a algunos traslados de presos a cárceles más próximas a sus familias, lo que supone un "alivio", sobre todo, para los familiares.

No obstante, Sare no quiere dar estatus de normalidad a una situación que "no es aceptable" y considera que la forma en la que aún se está procediendo a las progresiones de grado es "tan limitada" que todavía un 65% de esos reclusos se encuentra "en primer grado penitenciario, a pesar de que una parte importante de este colectivo se acerca al cumplimento de 30 años de privación de libertad".

Por ello, la red ciudadana considera que, aun siendo "esperanzadores" los movimientos que se están produciendo en el ámbito penitenciario, "el panorama dista de ser tranquilizador", ya que todavía hay 218 presos "dispersados por 36 cárceles españolas, mientras que otros treinta se encuentran en cárceles francesas". También denunció que hay seis presos de más de 70 años o 60 personas presas que han cumplido ya las dos terceras partes de su condena. Junto a ello, hay 17 con enfermedades graves e incurables. Por eso, para Sare el fin de la política de alejamiento solo será un hecho cuando "todos y todas estén en Euskal Herria". Según señaló, "ahora que se está en tránsito desde un estadio ya superado de violencia, a otro de paz, convivencia y resolución, no tiene ningún sentido una política antiterrorista nostálgica y disfrazada de reparación".

Asimismo, la red ciudadana aseguró, por otra parte, que la situación de los presos no les impide "comprender y solidarizarse" con los sufrimientos que han tenido "aquellas personas a las que la violencia les ocasionó un daño irreversible y afectó profundamente a su vida personal y familiar". "Les debemos respeto y comprensión en su dolor y, por ello, nos oponemos también a la utilización que algunos hacen de este dolor y sufrimiento, como arma arrojadiza contra el oponente político", apostillaron los portavoces de Sare.

La portavoz parlamentaria de EH Bildu, Maddalen Iriarte, reclamó una "solución integral" para que los presos estén "en casa" y para su "liberación", al tiempo que demandó el fin de la "política penitenciaria de venganza y de alejamiento".

Irune Berasaluze, parlamentaria del PNV, instó al Gobierno español a poner fin al régimen de excepcionalidad, aplicar la ley y proceder "al acercamiento de presas y presos a cárceles cercanas a su domicilio". "En el PNV defendemos un modelo penitenciario más humanizado y orientado a la reinserción, un modelo que nos permita seguir avanzando en la normalización política y en la consolidación de la convivencia", afirmó la jeltzale. Por su parte la portavoz de Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi, abogó por una política penitenciaria "basada en criterios de derechos humanos".

"El fin del alejamiento de los presos será realidad cuando todos y todas estén en Euskal Herria"

Portavoz de Sare