o uno, fueron tres los tiros que el pasado 28 de octubre acabaron con la vida de la colombo-vasca Juana Perea Plata, nieta del barakaldés Andrés Perea Gallaga, quien fue miembro de la consejería de Hacienda del lehendakari Aguirre durante la Guerra Civil, secretario del comité nacional de ANV y delegado del Gobierno Vasco en Colombia.

Tanto Juana, empresaria de 50 años, como Andrés, su abuelo paterno, lucharon por sus ideales en tiempos difíciles, pensando en mejorar la sociedad. Ella trataba de poner en marcha un eco-hotel en una zona de Colombia, pero las armas acabaron con sus sueños. “La han asesinado en un país que necesita consolidar ya su plan de paz. Antes que ella, y en lo que va de 2020, ya han sido asesinados 246 líderes sociales, como ahora llaman a las personas que buscan ayudar a las colectividades de su entorno. Su muerte ha sido dura en lo personal y en lo relacionado con Colombia, con el país”, lamenta en declaraciones a este periódico su primo José Manuel Perea, residente en Madrid.

El histórico jeltzale Iñaki Anasagasti se suma al dolor de una familia que en un año ha sufrido numerosas pérdidas. “La muerte de Juana ha conmocionado a aquel país y a nosotros porque nos toca de cerca. Era una mujer entregada en ayudar a las comunidades locales en el Pacífico. Llevaba allí trabajando cuatro años. Malas gentes que querían explotar de interesada manera ese territorio la han asesinado”, expone Anasagasti y concluye: “Juana fue una luchadora como lo fue su abuelo, una personalidad vasca que tuvo que exiliarse por motivo de la guerra”.

Primogénito de ocho hermanos, Andrés Perea Gallaga nació el 25 de septiembre de 1898 en Barakaldo. Aquel recién llegado al mundo era sobrino de Tomás Begoña y Garay, alcalde de aquella localidad.

En 1919 fue incorporado al batallón Garellano para luchar con España en la guerra con Marruecos. Una fiebre tifoidea evitó su pase al frente,quedando convaleciente en el hospital militar de Málaga. “Era un republicano convencido. En Madrid todo su batallón fue amonestado por desfilar ante el rey sin saludar”, sonríe su nieto José Manuel.

Sus primeros acercamientos a la política fueron en las bases del PNV de Barakaldo. Entonces, se formó en la escuela de peritos mercantiles. A continuación, se incorporó al Colegio de Contadores Jurados de Bilbao, “grupo pionero en la implantación de auditorías contables en el Estado español”. De hecho, Andrés aprobó la oposición de auditores de cuentas, incorporándose a las funciones de interventor de la Administración Pública e Inspector de Hacienda.

En 1924, su relación con Perpetua Sasiain llega a los altares. Dos años después, sería tesorero de la Federación Vizcaina de Fútbol,por el Euskotarra Club de Barakaldo. “Como barakaldés, tiene sensibilidad por los temas obreros y se incorpora a ANV en 1931, donde milita de forma activa”, agrega José Manuel, quien ilustra que Acción Nacionalista Vasca tenía su fuerza fundamental en Bilbao, “de donde provenían la mayoría de sus fundadores, y de Barakaldo, ya que la Juventud Vasca de esta localidad se adhirió a ANV”.

Andrés Perea impulsó -“y financió, para disgusto de mi abuela”- el periódico de ANV de nombre Tierra Vasca. Junto a él participaron otros destacados dirigentes como José Olivares Tellagorri -director-, Tomás Bilbao o Telesforo Uribe-Echevarría. En este y otros medios, firma artículos con tres heterónimos: Juan de Zuazo, Kirikolatza y El Lector.

Tres años antes del golpe de Estado militar de 1936, el vizcaino asumió el cargo de secretario del comité nacional de ANV. Aquel mismo año promovió la adhesión de ANV al pacto Galeusca entre gallegos, vascos y catalanes, así como la incorporación de ANV al Frente Popular. Perea tuvo ocasión de entrevistarse varias veces con el presidente de la Segunda República, Manuel Azaña.

Tres meses antes de la Guerra Civil, este vasco fue la segunda persona más votada en las elecciones de compromisarios para la elección del presidente de la República, y como tal participó en la elección de Manuel Azaña el 10 de mayo de 1936 en Madrid.

Con la guerra ya activa, en octubre se incorporó al primer Gobierno Vasco. “El lehendakari Aguirre lo propuso para la consejería de Hacienda en representación de ANV, si bien finalmente este cargo lo tomó Gonzalo Nárdiz y mi abuelo fue nombrado director de operaciones de Hacienda, dentro del equipo del consejero Eliodoro de la Torre”, pormenoriza.

En junio, ante la inminente caída de Bilbao, participó en la organización de la evacuación de fondos del Gobierno Vasco, su oro, a los Países Bajos. Fue el denominado casoThorpehall.

En 1938, consiguió organizar su exilio a Colombia, donde contaba con apoyo de empresarios. “Tras la Guerra Civil fue juzgado en ausencia dentro de la Causa General abierta por Franco. En 1952 es indultado por el régimen, recibiendo a la vez una oferta de empleo como experto contable en el Banco de Bilbao, pero nuestro abuelo rechazó esa oferta, estimando inviable su retorno a Euskadi bajo el régimen de Franco, según confirmé en el Archivo de Salamanca”, enfatiza.

En 1942, en el marco del viaje “de Gernika a Nueva York” de José Antonio Aguirre, el lehendakari visita Colombia, designando a Perea delegado del Gobierno Vasco en aquel país, título que desempeña hasta el fallecimiento del presidente vasco en 1960. Perea desarrolló en Colombia varios proyectos empresariales, y allí falleció el 30 de abril de 1980. “Él siempre quiso volver a Euskadi, porque para él Euskadi lo era todo. Esperaba que cayeran Hitler, Mussolini y Franco, pero ya era mayor cuando murió este último”, explica el nieto de quien dominaba cinco idiomas:“Euskera, castellano, inglés, francés y alemán”.

Él, que tanto luchó por la paz y las libertades, nunca hubiera entendido la muerte de su nieta Juana en Colombia. “Estamos acongojados -transmite José Manuel- con el corazón arrugado. Más, porque somos una familia muy dispersa. Si los abuelos tuvieron tres hijos viajeros, los nietos lo somos aún más. Por todo ello, arrugado, tenemos el corazón arrugado”.

Fue votado en las elecciones de compromisarios para la elección de la República y participó en la elección de Azaña en mayo de 1936

En 1942, el lehendakari Aguirre visitó Colombia, desginando a Perea delegado del Gobierno Vasco en aquel país