El CGPJ es el órgano más deseado de la Justicia al controlar a quienes la imparten. El CGPJ se encarga de los nombramientos, ascensos, traslados, sanciones€ de los jueces. Esos jueces son los que luego juzgan a los políticos corruptos, a los independentistas catalanes, deciden sobre los recursos a las leyes autonómicas e incluso deciden los criterios por los que, en situaciones procesales similares, se libra a Botín y se imputa a Atutxa€ Por ello es tan importante.

¿JUECES INPENDIENTES?, SEGÚN QUIEN LO MIRE

Todos los jueces son independientes, pero los últimos sucesos nos llevan a pensar que hay independencia de derechas e independencia de izquierdas. Si fuera tan claro que todos los jueces son independientes, ¿por qué tanta lucha por nombrar a los miembros del CGPJ?

Quienes pelean por esos nombramientos están gritando a los cuatro vientos que de independientes nada de nada. O quizás que solo son independientes los que nombran ellos porque los de los demás, esos si que no. Y si no que se lo digan al 'popular' Ignacio Coisidó que se jactaba de haber alcanzado un acuerdo por el que controlarían el Tribunal Supremo.

Además de todo lo anterior, el presidente del CGPJ es también presidente del Tribunal Supremo y es también el máximo órgano de los jueces quien elige a dos de los miembros del Tribunal Constitucional. Así que quien pueda controlar este órgano€ Por eso es tan importante.

¿CÓMO SE ELIGE Y POR QUÉ ESTA GUERRA?

Muy sencillo, según la Ley que regula el órgano de gobierno de los jueces hacen falta los 3/5 del Congreso para dar luz verde a los miembros del CGPJ. Es decir, 210 diputados. A primera vista parece lógico que para despolitizar una elección de tanta trascendencia se requiera una amplia mayoría parlamentaria que necesite de acuerdos trasversales.

Pero como todo, esto también tiene su trampa porque si no se alcanza un acuerdo€ Ahí es donde está lo importante. Por eso el PP nunca llega a un acuerdo cuando no tiene una mayoría suficiente.

En esta ocasión sabe que Pedro Sánchez fue investido presidente por 167 votos a favor y que ganó la moción de censura contra Mariano Rajoy con 180 apoyos, así que ni con el apoyo (impensable) de Ciudadanos llegarían a los 210 votos necesarios. Con su minoría de 88 diputados, el PP sigue teniendo un CGPJ integrado por sus candidatos y que continúa nombrando a jueces conservadores a pesar de haber finalizado su mandato. ¿Para qué renovarlo y perder esa mayoría?

A SÁNCHEZ, LO MISMO QUE A ZAPATERO

El PP ya usó esa artimaña con el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y estuvo bloqueando la renovación desde 2006 a 2008. El PP había querido imponer al PSOE a Francisco Hernando y a Enrique López (este último no cumplía los requisitos) entre otras condiciones inasumibles para el Gobierno de Zapatero y seguir dilatando el proceso meses y años.

Enrique López es actualmente consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid y en 2014 protagonizó un escándalo, que le llevó a la dimisión cuando era miembro del Tribunal Constitucional (propuesto por el PP), al ser imputado por conducir su motocicleta sin casco y con una tasa de alcoholemia de 1,12, siendo el máximo permitido 0.25.

Volviendo a 2020, el actual CGPJ lleva caducado desde diciembre de 2018, fecha en la que finalizó su mandato. Pero como el PP no quiere renovarlo, este órgano sigue funcionando como si tal cosa llenando de jueces conservadores los tribunales más importantes. A modo de ejemplo, en septiembre nombró nuevos jueces de la Sala Penal del Tribunal Supremo dejándolo en un 12-4 a favor de los conservadores.

Y con el Tribunal Constitucional ocurre tres quintos de lo mismo. Sigue bloqueado y con mayoría conservadora. En resumidas cuentas, esa ley que inspiraba la pluralidad y los amplios consensos para elegir al órgano de los jueces funciona en la realidad de la siguiente manera: 'Espera a tener la mayoría, elige a quien tu quieras y no permitas que salgan de ahí los que tu has elegido hasta que vuelvas a tener la mayoría'.

¿CÓMO SE HA LLEGADO A ESTO?

El encargado de planificar la estrategia del PP con respecto a la Justicia fue en su día Federico Trillo. Y lo hizo a la entera satisfacción del partido. Pero siempre queda algún fleco suelto que hay que ir apuntalando porque tener los 3/5 a favor no es tan fácil. Y ahí vuelve a surgir la picaresca política.

El PP se queja de que se intenta cambiar la ley para favorecer al gobierno, justo lo que hizo Alberto Ruiz Gallardón en 2013. Extendió la norma de los 3/5 para que esa mayoría pudiera darse en cualquiera de las dos Cámaras (Congreso o Senado). Y es que curiosamente no alcanzaban esa mayoría en el Congreso, pero sí en el Senado

¿QUÉ PROPONE EL GOBIERNO?

Propone que se mantengan los 3/5 en una primera votación y que de no llegar a ese apoyo, sea por mayoría absoluta en una segunda vuelta. Y que mientras no se renueven los órganos judiciales, a partir de la fecha en la que hayan finalizado su mandato se abstengan de seguir nombrando jueces.

¿QUÉ PIDE LA DERECHA?

Pide que sean los jueces los que elijan a sus propios representantes. Algo que llevaba Rajoy en su programa electoral, pero que incumplió. A esta proposición, el Gobierno contesta que uno de los poderes del Estado o puede ser elegido de manera corporativa. Algo así como que a los diputados no los deben elegir solamente los políticos. Y es que las organizaciones mayoritarias de los jueces son conservadoras.

Contra las maniobras de Gallardón quien protestó fue el PSOE, ahora es justo al revés. Y en medio de este partido de ping-pong, jueces y ciudadanos sin saber muy bien a que lado mirar.