- El histórico dirigente de ETA Josu Urrutikoetxea salió ayer de la cárcel parisina de la Santé, donde estaba detenido desde el 16 de mayo de 2019, para pasar a arresto domiciliario en un piso de la capital francesa con salidas controladas mediante un brazalete electrónico.

Urrutikoetxea, de 69 años, salió pasadas las 10.30 horas de la prisión en el coche de su abogada, que había entrado un cuarto de hora antes en la penitenciaría.

Un grupo de simpatizantes, que esperaban su salida de prisión junto a los dos hijos mayores de Urrutikoetxea, tapó con paraguas las ventanas del vehículo para tratar de impedir que se tomasen imágenes del exjefe de la banda, autorizado a dejar la prisión por razones de salud.

Su hijo Egoitz Urrutikoetxea señaló a la agencia Efe que la situación de su padre “es una nueva etapa que le permitirá presentarse libre ante las autoridades judiciales para defenderse”. A su juicio, la decisión del Tribunal de Apelación de París “pone en cuestión la construcción de las demandas (de extradición y entrega) formuladas por las autoridades judiciales españolas”, y también “abre la vía, en el marco estricto de aplicación de la ley, a arreglar la cuestión de los presos vascos”.

El tribunal explicó el miércoles que este régimen de arresto domiciliario se autoriza por un periodo de seis meses y que el antiguo dirigente tendrá que presentarse a las citaciones de la justicia, deberá entregar sus documentos de identidad y no podrá salir de Francia.

Se alojará en la vivienda de una profesora universitaria de la prestigiosa Escuela Normal Superior en el distrito III, en pleno centro de la capital francesa, y podrá salir dos horas por la mañana y cinco por la tarde de lunes a viernes y otras seis los sábados y los domingos. Urrutikoetxea pretende seguir cursando estudios de Historia en la Universidad de la Sorbona.

La Justicia francesa le autorizó la salida de la cárcel de París, en la que lleva desde que fue capturado en los Alpes franceses en 2019 y tras 17 años de clandestinidad, por el riesgo para su salud de contagiarse con el coronavirus.

EH Bildu valora la excarcelación de Urrutikoetxea, aunque cree que “ello no oculta el ánimo de venganza política” que hubo en su detención ni “la nula voluntad” del Gobierno francés de dar “nuevos pasos” hacia “una solución global” para los presos de ETA. En un comunicado asegura que Urrutikoetxea “ha sido uno de los principales protagonistas en el trabajo a favor de un escenario de solución en Euskal Herria”.

Por su parte, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) manifiesta su rechazo a la puesta en libertad del exjefe de ETA y lamenta que la justicia francesa haya permitido desde ayer su arresto domiciliario con salidas controladas con una pulsera telemática para evitar su fuga. “Han sido numerosas las llamadas que hemos recibido de víctimas del sanguinario etarra lamentando este hecho y algunos de nuestros asociados han necesitado asistencia por parte de nuestro departamento psicosocial”, asegura la AVT en un comunicado publicado ayer.

La asociación Dignidad y Justicia también expresó su “repudio y rechazo absoluto” a la decisión de Francia de poner en libertad a Urrutikoetxea, al que califica de “experto escapista”.

Mallorca. El Ayuntamiento mallorquín de Calvià celebró ayer un acto de homenaje a los guardias civiles Diego Salvá y Carlos Saenz de Tejada, las dos últimas víctimas de la banda en el Estado español que fueron asesinados hace once años en Palmanova: “Siguen viviendo en el recuerdo y en nuestra memoria”. El alcalde de la localidad, Alfonso Rodríguez, fue el encargado de decir unas palabras en el homenaje celebrado en el lugar donde explotó el coche al que ETA le había adosado una bomba lapa. “Hace 11 años ya, la barbarie terrorista arrebató la vida de Diego y de Carlos”, lamentó el alcalde, un crimen de ETA sin resolver en el que está “pendiente la justicia”.