DONOSTIA- La sede del Partido Nacionalista Vasco en la Parte Vieja de Donostia ha sido objeto este viernes de un ataque con pintadas en apoyo al preso de ETA en huelga de hambre Patxi Ruiz y en la que han aparecido las siglas PNV en una diana.

Las pintadas en más de una docena de sedes del PNV y varias del PSE-EE y Podemos se han repetido desde la pasada semana dentro de una campaña iniciada por el Movimiento Pro Amnistía, disidente de la izquierda abertzale, que incluyó ayer una herriko taberna del casco viejo de Bilbao.

El miércoles los radicales arrojaron pintura y octavillas el portal de la casa de la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, y su marido, el teniente de alcalde de Bilbao, Alfonso Gil.

"Estamos en una nueva fase"

Pasado el mediodía del viernes, el PNV de Gipuzkoa ha hecho pública una nota en la que emplaza a Sortu a, "tal y como recogen sus estatutos", romper "definitiva y claramente con los modelos organizativos y formas de funcionamiento de los que se ha dotado ese espacio social y político en el pasado e impida su instrumentalización por organizaciones que practiquen la intimidación o la violencia".

Hasta que eso no ocurra, afirma el GBB, "los dirigentes de EH Bildu no orgánicos de Sortu tendrán serios problemas de definición y calificación de las acciones y los hechos ocurridos (pintadas en sedes de partidos políticos, señalamiento e intimidación a dirigentes) que requieren simplemente de una condena o un rechazo inapelable".

Ante esta situación, la formación jeltzale denuncia que la izquierda abertzale rechace, condene y "hasta aborrezca la violencia y la historia de ETA si le reporta algún beneficio práctico" como evitar entrar en prisión o reducir penas de cárcel. Según denuncia el PNV, "resultan muchísimo más convincentes los argumentos de un fiscal de la Audiencia Nacional o del Tribunal Supremo del Reino de España que la demanda de posicionamiento que reiteradamente les exige la sociedad vasca. Es lo que denominan utilización revolucionaria de la legalidad burguesa".

"Afortunadamente", concluye la nota del PNV, "estamos en una nueva fase que, en todo caso, precisará, como hasta ahora, de la contundencia y paciencia democráticas de la mayoría de la sociedad vasca para erradicar definitivamente comportamientos y hechos que perturban la convivencia".