Todo es posible en el Carnaval de Tolosa. Que se lo digan si no a Carles Puigdemont, que se ha paseado de aquí para allá oculto en una caja de cartón, pidiendo el silencio cómplice del público mientras volvía a fugarse como él solo sabe, gracias a la colaboración policial. Ha sido un domingo de sorpresas, y de caras conocidas. La irrupción en Tolosa del expresident, que parece haber optado por rebajar la confrontación con el gobierno en un mes de marzo clave, no ha sido la única en la villa papelera.
También se ha podido ver a orillas del Oria a Carlos Sobera. El celestino más famoso de la televisión ha conducido en directo una edición muy especial del programa 'First Dates', con invitados que han ocupado la plaza del Triángulo “para ver si surge de una vez la chispita del amor”.
Como bien ha explicado el presentador, el caso es que el barrio de Bedaio quiere dejar de pertenecer a Tolosa y formar parte de Amezketa. Un grupo de residentes de la zona rural ha presentado la propuesta en una reunión vecinal, al considerar muy grande la distancia de 17 kilómetros con la villa papelera. Sobera, cuya misión es conseguir la estabilidad en el amor, ha tenido que remangarse. No lo ha tenido fácil. Seis parejas se han sentado en torno a mesas para tomarse una copita y charlar.
Entre ellos estaba Miel Mari, un excura de 26 años nacido en Bedaio que, azada en mano, se ha tomado una copita junto al tolosarra Aritzi, de 23 años. “¿Qué? ¿Habéis venido a hablar de vuestras cositas?”, les preguntaba Sobera. “ Bueno, pues paciencia. Sin forzar, a ver si surge el gusanillo”, se dirigía a ellos el popular presentador, para alborozo del público presente.
Expectación también de la mano del aventurero Jesús Calleja, que ha hecho una parada en Tolosa. Consciente de las críticas que ha despertado su viaje espacial -del que se ha dicho que es una de las peores inversiones de la historia de la televisión- se ha subido a bordo de otro cohete, con tan mala suerte que al intentar despegar desde la villa le ha dado un infarto y ha tenido que ser atendido, en última instancia, con dos azadas que hacían las veces de electrochoque.
El covid, presente
Entretanto, cerca de él, se sucedía la perorata de un médico epidemiólogo que, cinco años después, rememoraba los estragos de la pandemia. “Decíamos que Wuhan estaba en casa Dios, que aquí no pasaría nada. Pues bien, aquí tenemos a Jose Antonio, de Uzturre, que lleva cinco años de baja y la empresa ya no sabe qué hacer con él”.
El epidemiólogo alertaba a quien quisiera escucharle. Insistía una y otra vez en no hacer caso de quienes dicen que la tierra es plana. Advertía de la necesidad de poner tierra de por medio con respecto a personajes como Miguel Bosé, “que te dice que con un chupito de lejía se te quita el bicho. Hacerme caso, creer en la ciencia”.
Alguien que tiene su particular credo es Donald Trump, que tampoco podía faltar este año. En este caso era un mejicano quien paseaba su cabeza. “Me quiere mandar a Guantánamo, quien y él, que le puso los cuernos a Melania”, vociferaba. A sus espaldas llevaba un cartel que recogía palabras de Trump: “Los inmigrantes sólo traen problemas, tienen que volver a su país”. Y la respuesta de un indio: “De acuerdo, ¿cuándo se van?”.
Animalistas
Pocas bromas también con el hombre que ha paseado por la villa con cara de pocos amigos junto a un cartel en el que decía defender el animalismo. Predicaba con el ejemplo, con un caballo cargado a su espalda. Y para experiencia extrema, la de una decena de jóvenes entregados al juego del calamar, arriesgando sus vidas por conseguir todo un premio: nada menos que una vivienda en Tolosa.
De este modo ha transcurrido en la villa una mañana tan fría como divertida, en la que el ingenio y el buen humor han vuelto a tomar las calles. Días en los que todo es posible. Por ejemplo, pasearse con la bata de casa, algo tan simple como eficaz esta mañana. Días en los que se ven butaneros sin bombonas, cupidos con flechas que les atraviesan el cráneo, obreros de la construcción en pleno domingo, hippies, chonis y canis, sevillanas, raperos, chulapas y esqueletos andantes. Todo vale.