Los negociadores de los sectores conservador y progresista del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) concluyeron ayer sin acuerdo su tercera reunión para designar a los dos candidatos al Tribunal Constitucional que les compete nombrar. Tras este nuevo y esperado fracaso, los vocales progresistas abrieron las conversaciones a otros conservadores para intentar sellar un pacto en los próximos días, en medio de la creciente tensión por la amenaza de dimisión del presidente, Carlos Lesmes.

Los interlocutores moderados –Álvaro Cuesta, Rafael Mozo y Roser Bach– emitieron un comunicado en el que anunciaron que, ante el actual estancamiento y “la falta de horizonte temporal y concreto”, han iniciado “la exploración de otras vías alternativas de acuerdo inmediato” durante los próximos días. Todo ello “con la voluntad de cumplir en el plazo más breve posible con el mandato” constitucional de realizar dichos nombramientos.

Fuentes citadas por Europa Press indicaron que la expectativa del bloque progresista es poder sumar el consenso necesario para proponer los dos aspirantes a la corte de garantías, de modo que la próxima semana pueda celebrarse un Pleno extraordinario donde formalizar el acuerdo. Dicha sesión tendría lugar antes del 12 de octubre.

Para realizar este nombramiento, se requieren 12 de los 19 votos en juego –los de los 18 vocales más Lesmes–, por lo que los ocho progresistas necesitan recabar el apoyo de cuatro conservadores.

Como se esperaba, la tercera reunión entre los vocales del Consejo terminó otra vez sin acuerdo, ya que los conservadores siguen dilatando el proceso bajo la tesis de que no han encontrado candidatos en el Supremo tras un mes de gestiones y del efecto Reynders, en alusión a una eventual negociación entre PSOE y PP tras la visita del comisario europeo de Justicia. Mientras, se acerca el plazo apuntado por el presidente del CGPJ para su dimisión, mañana 7 de octubre.