Hilario Intriago trabaja en el Bar San Guillermo de Obanos, situado en el centro del pueblo, a donde las llamas no llegaron, y ayer echaba agua a la carpa y a las sillas y a las mesas ubicadas fuera del establecimiento. "Nos han dicho que echemos agua por todo, por si vuelve el fuego al pueblo que esté todo húmedo", relataba Hilario.

A su lado, un camión de bomberos cargaba agua de una de las tomas de la plaza. "Esperemos que no se reavive el fuego, pero por si acaso vamos a tener todo mojado", insistía el vecino de Obanos.