Hasta hace bien poco la inmensa mayoría de los sistemas de inteligencia artificial se desarrollaban para el inglés u otros pocos idiomas de muchos recursos, pero los sistemas multilingües que funcionan para un gran número de idiomas van cogiendo más y más fuerza. “Esto es fundamental para que idiomas de menos recursos como el euskera no se queden atrás en este mundo. Y para ello necesitamos sistemas que aprendan sin una supervisión fuerte o grandes cantidades de textos paralelos, pues estos son escasos o incluso inexistentes para idiomas de pocos recursos. Nuestro trabajo se sitúa en este contexto, centrándose sobre todo en el tema de la traducción”, explica Mikel Artetxe desde Londres, donde investiga.

Premiado en 2021 por la Fundación BBVA en la modalidad de Joven Investigador Informático, menor de 30 años, Artetxe, que estudió Ingeniería Informática y se doctoró en 2020 en la UPV-EHU, explica que los traductores automáticos convencionales son sistemas supervisados. Esto significa que parten de millones de traducciones humanas ya existentes, de los que identifican patrones y aprenden a generalizar. ¿Pero qué ocurre si no tenemos ninguna traducción existente y partimos únicamente de textos independientes en dos idiomas?

“Esto es lo que hace un traductor no-supervisado, que es el paradigma que desarrollamos en mi tesis doctoral. Es como si a una persona le diésemos un montón de libros en un idioma y otro montón de libros distintos en otro idioma y le dijésemos que tiene que aprender a traducir. La máquina lo consigue no por magia, sino hallando patrones en los textos”, explica sonriente.

En su opinión, el aprendizaje no supervisado es un área cada vez más importante en la Inteligencia Artificial. “En gran medida, los seres humanos aprendemos observando nuestro entorno, sin necesidad de que nos den millones de ejemplos explícitos de cómo se hace cada una de las cosas que aprendemos a hacer. Y, de manera similar, tampoco es viable obtener millones de ejemplos para enseñarle cada tarea a una máquina. Es por eso que el aprendizaje no supervisado es cada vez mas importante”, recalca.

Autor de una tesis doctoral que “ha revolucionado el campo de la traducción automática demostrando que es posible realizar traducciones de forma no supervisada, es decir, sin que la máquina disponga de textos bilingües de los que aprender”, destacó la Sociedad Española para el Procesamiento del Lenguaje Natural en su nominación. “Esto se consideraba un hito difícilmente franqueable”, añadieron desde la Sociedad. El gran impacto de este trabajo en la comunidad internacional y una trayectoria laboral como investigador en DeepMind y Google Research, explican que Artetxe recibió el premio en 2021 “por su alta internacionalización, reconocida a través de sus estancias en las empresas más importantes dentro del campo del procesamiento del lenguaje natural”.

Piensa que todos estos avances beneficiarán a la sociedad. “De hecho no es una cosa futurista, es algo que ya está entre nosotros en gran medida. Por ejemplo, hoy en día podemos viajar a cualquier parte del mundo y comunicarnos en el idioma local con la ayuda de un traductor automático que llevamos en el teléfono. Puede que no sea perfecto ni mucho menos, pero a mí por lo menos me ha resultado muy útil cuando he viajado al extranjero”, subraya.

En traducción automática en general, centrada hasta ahora sobre todo en textos periodísticos, se han logrado traducciones incluso mejores que las humanas. “Esto hay que cogerlo con pinzas en literatura, porque no creo que el problema esté en absoluto resuelto”, añade. “Estamos muy lejos, pero creo es posible, también con textos literarios”.

¿Reemplazarán estos programas a los traductores humanos? “En la historia siempre ha habido trabajos que han quedado obsoletos y esto no es malo, así es como avanza la humanidad. Si en el futuro podemos automatizar más trabajos y esto nos permite vivir bien trabajando menos horas, pues sería fantástico. Eso traerá consigo cambios en la sociedad y en la economía, y será trabajo de todos luchar para que esos cambios sean beneficiosos para todo el mundo y no solo para unos pocos privilegiados”