La pandemia apunta signos de mejoría y la incidencia cae por primera vez en un mes
Continúa en Euskadi el lento goteo de ingresos en planta y en UCI
- Después de un mes de escalada vertiginosa que se inició con el megabrote juvenil tras un viaje de fin de curso a Mallorca, y las no fiestas, la pandemia da un ligerísimo respiro. La incidencia acumulada a catorce días del virus ha bajado en Euskadi por primera vez desde el pasado 26 de junio. Con este levísimo descenso diario, de 1,3 casos, se sitúa en 868,9 por 100.000 habitantes. La incidencia sigue disparada entre los jóvenes, con 2.531 casos en la franja de 10-19 años y 2.714 en la población de 20 a 29 años.
Este indicador mejora considerablemente en Araba y Gipuzkoa, con descensos hasta los 646 y 826 casos, respectivamente, mientras que en Bizkaia la evolución es negativa y sigue aumentando hasta alcanzar los 920 casos por cada 100.000 habitantes.
El aparente cambio de ciclo se afianza con el descenso del R0, el índice de reproducción del virus, que sigue por debajo de 1. En concreto 0,94. Este dato es bastante relevante ya que indica que un enfermo de covid ya no llega a contagiar a otra persona. De hecho, el jueves ya estaban los tres territorios por debajo de 1, al mejorar su situación Bizkaia (0,97). Araba sigue mostrando una mejor evolución (0,88) seguida de Gipuzkoa (0,91), lo que podría indicar un cambio de tendencia de esta quinta ola de la pandemia.
A pesar de todo, la evolución de la pandemia está lejos de aplanar la curva que ha dibujado una pared prácticamente vertical y será complicado llegar a la meseta porque los contagios siguen disparados, con 1.315 nuevas infecciones. Pese a ello, la tasa de positividad descendió del 13,8% del miércoles al 11,1% del jueves, el porcentaje más bajo desde el 19 de julio. Como dato negativo, la presión hospitalaria crece. El jueves había doce pacientes más en los hospitales vascos; una decena más en planta, hasta 241, y dos más en UCI, 62. Además, 55 personas necesitaron ingreso.
Mientras tanto, Euskadi afronta un fin de semana crítico para la evolución de la enfermedad sin restricciones extras ya que no ha habido ningún cambio desde que el pasado 23 se adelantara a la 1.00 horas el cierre de la hostelería y de todas las actividades sociales y culturales. Ese día, el Gobierno Vasco también redujo los aforos al 35% en todos los locales e instalaciones e hizo obligatorio el uso de la mascarilla en zonas urbanas transitadas, incluso en los paseos por la playa. De la misma forma se mantiene las prohibiciones de botellones y de permanencia de grupos de personas entre la medianoche y las 6.00 horas, así como el cierre de los locales de ocio nocturno como discotecas y pubs no adaptados a servicios de hostelería.
El Ejecutivo de Gasteiz incluyó en ese decreto un llamamiento a la ciudadanía a evitar la movilidad entre la 1.00 y las 6.00 horas, a autoconfinarse en cuanto tenga síntomas de covid y a colaborar con los rastreadores.
Sin embargo, de momento, queda completamente excluido solicitar el certificado covid para acceder al interior de los locales hosteleros. El consejero vasco de Turismo, Comercio y Consumo, Javier Hurtado, reconoció ayer que ese debate "no se ha tocado ni por parte del Gobierno Vasco ni del LABI". "Hay que seguir expectante a lo que digan las autoridades... Estamos viendo su implantación en alguna comunidad. Es una medida que, como todas, tendremos que seguir vigilantes a su evolución, pero no está encima de la mesa", concretó.
Residencias. El número de positivos en covid-19 en la red foral de residencias de ancianos de Gipuzkoa se situó ayer en once, tras la detección de un nuevo contagio en Aldakoenea de Donostia y la curación de dos personas registrados en las últimas horas.
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