donostia - No fue nada comparado con los 36 millones de euros que el primer premio de la Lotería de El Niño dejó en Pasai Antxo en 2016, pero ayer, cuatro años después, el gordo del sorteo del día de Reyes volvió a dejarse ver en Gipuzkoa. Concretamente en el centro de Donostia, en el estanco Agesta de la calle Reina Regente, junto al Boulevard. Allí se vendieron dos décimos del primer premio, el número 57342, agraciados con 200.000 euros cada uno. A eso hay que sumar otros cuatro boletos premiados con 75.000 euros cada uno en diferentes puntos de Gipuzkoa: un segundo premio en Andoain, otro en Trintxerpe, otro más en Donostia y el último en Hernani. Todos ellos vendidos por terminal, al igual que los dos boletos del gordo. Números sueltos, de los que da la máquina. Un total de 700.000 euros en premios grandes, además de los reintegros, frente a los 10,8 millones de euros vendidos para este sorteo en Gipuzkoa.

Un pellizco, en el fondo, pero que fue recibido con ilusión. Es la décima vez que el gordo de El Niño cae en territorio guipuzcoano. La séptima en Donostia (1923, 1927, 1930, 1944, 1963, 1972 y 2020), donde el primer premio no se dejaba ver desde hace 48 años. También se llevaron el gordo en 1963 en Oñati y en 1995, hace ya 25 años, en Azkoitia. La de ayer fue la 33ª vez que el gordo de El Niño cae en Euskadi. La mayoría de ellas en Bilbao, donde en 2018 tocó íntegramente.

La alegría pudo ser mucho mayor en Donostia. Eso sí. Miren Gurpegui, la encargada del estanco donde se vendieron los dos décimos, llegaba poco antes de las 14.00 horas acompañada de Ainhoa Theys, la "mano inocente", que apenas lleva un mes y medio trabajando en este establecimiento y ya luce con una sonrisa ante los medios. Llegar y besar el santo. "Menudo estreno", le decía Miren Gurpegui.

Fue precisamente ella, la responsable del estanco de la calle Reina Regente, donde lleva "unos 20 años", quien descorchó la botella de cava frente a su establecimiento, cerrado en un festivo como el de ayer, pero al que acudió enseguida.

"¡Ay, qué pena!" Gurpegui estaba siguiendo el sorteo por Internet cuando se enteró de lo que había sucedido. "Muy nerviosa", y "con mucha emoción", tuvo que comprobar que sí, que era cierto; que el gordo lo habían vendido en su estanco. Al principio no sabía cuántos boletos. "No sé quienes han podido ser los agraciados, pero la alegría es inmensa", decía ante las cámaras. Después, más tranquila, lamentó no haber podido repartir más dinero entre sus clientes. "¡Ay, Paloma, qué pena! Pensé que habría sido más", le decía a Paloma Ortiz de Zarate, la delegada comercial de Loterías y Apuestas del Estado en Gipuzkoa.

400.000 euros despachados en su establecimiento, un negocio familiar del que ella es ya tercera generación. El estanco Agesta es actualmente un punto de venta autorizado de la Lotería, pero desde hace algunos años solo vende números por terminal. Antes sí despachaba décimos tradicionales, desde 1946 hasta hace unos años, cuando dejó de ser administración. "No sabemos si han sido uno, si han sido dos (los premiados). No tenemos ni idea. Pero enhorabuena a los afortunados, que lo disfruten, que menudo regalo de Reyes. ¡Estupendo!", decía.

Los premiados "pueden ser clientes de aquí, pero también ha habido mucha gente de fuera en estos días. Se ha vendido mucha lotería", reconocía. En todo caso, la venta de números por terminal no es algo extraño hoy en día. Cada vez se vende más. "Hay gente que lo rechaza, porque todavía no se atreven con el décimo moderno, pero bueno, para que vean que realmente hay más posibilidades que con uno clásico...", afirmaba Miren.

"Desde que tenemos los décimos en formato máquina, hace ya unos años, habíamos dado un segundo premio de lotería, algún premio extraordinario, pero con tanto como El Niño no habíamos sido agraciados", dijo. Sin embargo, en su anterior etapa como administración de Lotería, "se nos daba muy bien la Lotería de El Niño", en la que repartieron "grandes premios": "A ver si partir de ahora volvemos a tener la suerte que teníamos antes con la Lotería de El Niño", exponía ayer.

cuatro décimos de 75.000 euros El Niño dejó cuatro pellizcos más en Gipuzkoa. Cuatro décimos premiados con 75.000 euros cada uno, correspondientes al segundo premio, el número 21816. En Donostia también cayó uno de ellos, concretamente en el estanco regentado por Txomin Mendoza en la calle José María Salaberria de Amara. Solo uno. "Un décimo, 75.000 euros. No está mal. A mí no me ha tocado, desgraciadamente. Si no, ya te diría, y a gusto", aseguró a la agencia Europa Press. Txomin recordó que esta es la segunda ocasión en la que este despacho mixto distribuye un gran premio. La vez anterior, en 2013, repartió miles de euros con un primer premio del sorteo de Lotería.

También se vendieron sendos décimos del segundo premio, todos por terminal, en la librería Odrietxe de Pasai Trintxerpe, el bar Elcano de Hernani y Bastero Loteriak de Andoain.

Los guipuzcoanos, con una media de 15,01 euros por habitante destinados a este sorteo, gastaron este año un 0,18% menos que en 2019.