fue la gran ausente, pero ella es la verdadera artífice de un producto que sabe a gloria y que ayer recibió el máximo galardón en la Feria del Queso Vasco que se ha celebrado durante este fin de semana en Idiazabal. Ella, la ganadora, se llama Olatz Aranburu, tiene 27 años y no pudo acercarse a recoger el premio porque, como acostumbra, no se da un respiro y siempre está “al pie del cañón”. Su pequeño laboratorio es el caserío Ondramuño de Idiazabal. En concreto, la parte baja de la casa familiar que todo el mundo conoce en Idiazabal desde hace dos décadas como La quesería azul.

La joven, que estudió Ingeniería Agrónoma y que no tardó tiempo en saber que su futuro estaba entre ovejas y naturaleza, se lamentaba ayer de no tener tiempo para acercarse. Ainhoa Aizpuru, diputada foral de Promoción Económica, Medio Rural y Equilibrio Territorial entregó el premio a su tío Jexux, y fue reconocida en segundo lugar la labor de la quesería Mausitxa de Elgoibar y la de los Goiburu, también de Idiazabal.

Es en este municipio donde trabaja la joven productora Olatz Aranburu, que reparte el proceso de elaboración del queso entre dos localidades. “La extracción de leche se lleva a cabo en Zerain, pero el resto de la elaboración se realiza en Idiazabal”, explicaban ayer sus familiares. Y la producción está creciendo de tal manera que incluso el espacio habilitado se ha quedado pequeño y tienen previsto trasladarse a un pabellón de unos mil metros cuadrados, en el que va a ser posible realizar con muchas más comodidades lo que siempre ha querido: explicar a los visitantes y turistas todo el proceso de elaboración del queso de principio a fin.

Se tributó también un merecido homenaje a Pedro Katarain y Maritxu Azaldegi, del caserío Aritzeder.