donostia - Las críticas y presiones de la oposición parlamentaria hacia el Departamento de Salud por la gestión en la Oferta Pública de Empleo (OPE) de Osakidetza y las denuncias de filtración de exámenes han llevado finalmente a la dimisión de su directora general, María Jesús Mugica. En una reunión extraordinaria celebrada ayer, el consejo de administración de Osakidetza acordó aceptar la dimisión de Mugica y el nombramiento como nuevo director general de Juan Luis Diego Casals.
Según fuentes de Osakidetza, María Jesús Mugica argumentó que “no quiere que la gestión efectuada” en torno a la OPE “pueda condicionar políticamente” al Departamento de Salud y al Ejecutivo vasco en su conjunto. Mugica, que desde que saltó el escándalo de la filtración de exámenes de la OPE de diversas especialidades médicas ha comparecido varias veces ante el Parlamento Vasco y los medios para explicar las medidas adoptadas, seguía siendo blanco de las críticas políticas.
Esta misma semana el PP registró en el Parlamento Vasco una moción reclamando al Gobierno Vasco que “asuma responsabilidades políticas” por los fallos en la gestión de las denuncias sobre irregularidades en la OPE. Esta moción se iba a debatir en el pleno del Parlamento Vasco el próximo jueves pero el PP anunció ayer que la iba a retirar. Desde EH Bildu volvieron a exigir nuevas investigaciones sobre lo sucedido en las pruebas de la oferta pública de empleo, además de cambios en el modelo de examen y en la dirección de Osakidetza.
Distintos sindicatos había reclamado el cese de los responsables de Osakidetza por la gestión. Entendían que las medidas propuestas en el Parlamento Vasco el pasado lunes para mejorar futuros procesos de selección de profesionales no eran más que un intento de “tapar el escándalo de las filtraciones” y de “cerrar en falso la herida”.
La dimisión se conoció finalmente ayer. La oposición al Gobierno Vasco acogió la noticia con diferentes reacciones: desde la “satisfacción” del PP hasta la exigencia del cese del consejero de Salud, Jon Darpón, por parte de Elkarrekin Podemos.
La parlamentaria vasca de EH Bildu Rebeka Ubera señaló que la situación en el Servicio Vasco de Salud “se había vuelto insostenible, especialmente después del desastre de las OPE”. Ubera censuró que el Gobierno Vasco no tuvo en su momento “la suficiente firmeza para tomar medidas correctoras de forma inmediata” y sustuvo que ha sido “la presión ejercida por los grupos de la oposición y por las personas denunciantes la que ha propiciado” que se asuman responsabilidades.
Tras insistir en que el Ejecutivo ha ido “a rebufo” de los acontecimientos, aclaró que no es cuestión de “maquillaje, de cambiar una cara por otra”, sino de modificar las políticas del Departamento de Salud y el “modelo que impera” en Osakidetza.
Más dura fue Cristina Macazaga, de Elkarrekin Podemos, quien exigió al lehendakari, Iñigo Urkullu, que cese al consejero de Salud como “máximo responsable político”.
A su juicio, la dimisión de ayer es la “primera constatación de que sí hubo filtraciones” de exámenes de la OPE, pero insistió en que esta asunción de responsabilidades “no es suficiente y llega tarde”. Macazaga señaló que “deben depurarse todas las responsabilidades e investigarse hasta el final” y pidió que se paralice la repetición de los exámenes de unas especialidades médicas de la OPE.
Tras reiterar la necesidad de que en el Parlamento Vasco se cree una comisión de investigación sobre lo sucedido, la parlamentaria de Elkarrekin Podemos concluyó que Darpón “debe ser cesado de inmediato”.
Para la responsable de salud del grupo del PP, Laura Garrido, esta dimisión es “por el momento satisfactoria” y supone un “paso muy importante” en esa asunción de responsabilidades políticas y un “reconocimiento de que las cosas no se han hecho bien”.
A su juicio, esta medida supone la constatación del “fracaso” en la Dirección General de Osakidetza y de su “mala gestión” de la OPE, de las contrataciones y de diversos nombramientos.
Para la parlamentaria popular con la dimisión de Mugica “se cumple la petición” que su partido venía reclamando desde hacía tiempo por la “muy deficiente gestión” de un servicio tan importante para la ciudadanía y que ha puesto en “juego la credibilidad del sistema”.
Garrido consideró que la situación en Osakidetza estaba comenzando a ser “insostenible” y que ahora el nuevo equipo directivo tiene una “oportunidad de cambiar el rumbo de la gestión”.
Fuentes del grupo del PNV en el Parlamento Vasco se limitaron a mostrar su “respeto” por la decisión de Mugica y a señalar que esta ya ha dado las explicaciones oportunas en el órgano que debía, en referencia al Consejo de Administración de Osakidetza. Reconocieron la labor y el trabajo que han desarrollado tanto el servicio como el Departamento de Salud desde que se conocieron las primeras denuncias por posibles irregularidades en la OPE. A su juicio, las actuaciones desarrolladas han sido “diligentes y objetivas” y se han adoptado ya medidas con el fin de “garantizar que la OPE terminará con garantías” para todos los opositores.