El valor múltiple de las palabras hace que a la pregunta ¿qué es la medicina personalizada? muchos respondan que es la atención que el médico te presta en su consulta individualmente. Si fuese así de simple, no estaríamos ante una medicina de futuro que habla de tratamiento personalizado y de precisión, de un futuro que, realmente, ya está en marcha, donde a la genómica y a la edición génica de tu propio DNA se suma una revolución tecnológica imparable. La punta de lanza de este futuro en marcha es el tratamiento oncológico, donde se dispara a dianas moleculares personalizadas preparadas para un órgano tumorado y se utiliza inmunoterapia de una manera absolutamente individual. Todo ello con una precisión que la alta tecnología hace cada día más certera.

Lo habitual es que al acudir al médico con problemas bronquiales se utilice un antibiótico para tratar la bronquitis, igual que para el vecino, primo o amigo. Es decir, no “tratan tu bronquitis”, sino la bronquitis. Seguramente, esto seguirá siendo así durante bastante tiempo, pero el cambio hacia un tratamiento individualizado y personalizado de la dolencia se va abriendo paso y ya tiene nombre, que es por donde se empieza para hacer algo realidad: es la medicina personalizada y de precisión.

En este futuro que ya está en marcha, por ejemplo en el tratamiento de cánceres como el de mama, la genómica y la edición génica juegan un papel clave porque en los ácidos nucleicos de nuestras células está el vademécum de lo que somos y de cómo somos, con la posibilidad cada día más cierta de poder modificar, suprimir o implantar genes vía técnicas como la del Crispr, que viene a ser una forma de cortar bioquímicamente genes dañados, modificarlos o sustituirlos por otros en buen estado.

Pero si el conocimiento del genoma y las posibilidades que da la edición génica son inmensas, es la revolución tecnológica la que está permitiendo que la medicina sea personalizada. Cuando la genómica y la tecnología van de la mano, la biomedicina se convierte en una medicina de impacto tan clave que en el Senado ya está en marcha una ponencia de medicina genómica, porque aunque digamos que es una medicina de futuro, la realidad es que ya está entre nosotros y no solo en oncología.

A partir de aquí, además del desarrollo científico y técnico, hará falta una regulación de todo lo referente al genoma y una sensibilidad especial para que el Sistema Nacional de Salud (SNS) se adapte a una nueva realidad asistencial que evite que la desigualdad aparezca en este nuevo camino de la salud.

cambio de paradigma “La Medicina de Precisión, vinculada a los avances de la medicina genética y al desciframiento del genoma humano, supone un importantísimo cambio en el paradigma clínico para el abordaje de numerosas enfermedades”, subraya el senador socialista José Martínez Olmos uno de los protagonistas del Seminario en Medicina personalizada de Precisión (MPP) organizado por el Instituto Roche. “Porque los avances que se están produciendo en el terreno de la Medicina Personalizada de Precisión necesitan de la labor de los medios de comunicación, tanto generales como especializados, para llegar a la sociedad”.

El senador Martínez Olmos destaca que “las nuevas posibilidades de diagnóstico precoz, tratamiento eficaz y paulatino en más casos y posible curación de enfermedades graves abren expectativas inéditas para la salud de millones de pacientes”.

El gran reto es cómo hacer posible que lo que se deriva de la genética en general, de la genómica y de la Medicina de Precisión sea accesible para todos los pacientes que lo necesiten con calidad y equidad. “Esta revolución científica merece una gran política de Estado, porque tiene unas dimensiones desconocidas en comparación con otras cosas que han sucedido en el mundo de la Medicina”, sostiene.

En este mismo hilo conductor, Federico Plaza, vicepresidente de la Fundación Roche, asegura que “lo que hace unos años era futuro, ahora es presente”. Y confirma su afirmación citando innovaciones como la inmunoterapia o la biopsia líquida, “que parecía que estaban bien lejos, pero que ya están aquí, o las CAR-T, a las que les faltan meses”.

Pero para que estas innovaciones terapéuticas lleguen del laboratorio a la cama del paciente hace falta sensibilidad política para que el Sistema Nacional de Salud (SNS) se adapte a la nueva realidad asistencial. “Clínicos, medios de comunicación y políticos, todos deben estar preparados para que la sociedad conozca bien lo que supone la Medicina de Precisión”, incide.

Avances genéticos Lluís Montoliu, investigador del Centro Nacional de Biotecnología -dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (Ciberer-ISCIII), recuerda que los avances genéticos, la posibilidad de obtener la secuencia genómica de cada persona y poder anticipar la respuesta ante determinados tratamientos en función de la variante genética que porte cada persona son los avances científicos que más han contribuido al avance de la MPP”.

El investigador ahonda en la edición genómica como “una de las revoluciones tecnológicas que más impacto ha tenido en Biomedicina en los últimos años”. Montoliu adelanta que la posibilidad de editar nuestros genes concede a esta herramienta de edición genética, sobre todo a los Crispr, un potencial terapéutico extraordinario”. Sin embargo, admite que no hay que levantar falsas expectativas entre los pacientes, “ya que para su aplicación clínica aún pasará algún tiempo, el que necesitaremos para incrementar su seguridad y eficacia y reducir su indeterminación actual”.

Como apunta Ramón Colomer, jefe de Servicio de Oncología del Hospital La Princesa de Madrid y codirector de la Cátedra de Medicina Personalizada de Precisión, “falta información sobre cómo se comportan en el largo plazo”. Pone como ejemplo el uso de terapias innovadoras para la leucemia en pacientes pediátricos, que podrían generar trastornos a largo plazo que ahora se están estudiando. “Es clave identificar las áreas grises y poder actuar sobre ellas”. “Nos queda aún mucho trabajo por hacer; esta nueva Oncología no es perfecta, pero es una aventura apasionante en la que no podemos tener solo en cuenta el tumor, sino al paciente en su conjunto”, apostilla.

ponencia en el senado El senador Martínez Olmos manifiesta el compromiso obtenido hace unos meses del Gobierno de Rajoy de llevar adelante una Estrategia Nacional de Medicina de Precisión para hacer posible la coordinación en este campo. “Una estrategia que será inviable si no se cuenta con el consenso de sociedades científicas y las Comunidades Autónomas (CCAA) que tienen transferidas las competencias en sanidad”, como la CAV o Navarra.

Olmos adelanta que se confía en poder cerrar la ronda de intervenciones en el último trimestre de 2018 para que a primeros de 2019 los grupos políticos puedan ofrecer sus aportaciones. “En este caso, todos estamos de acuerdo en la necesidad de una Política de Estado que incorpore una visión estratégica. En la ponencia se están analizando también experiencias como la de Francia o Reino Unido y eso precisará más inversión por parte del Gobierno”.