BILBAO - La plaza Indautxu de Bilbao fue el escenario ayer de una inédita concentración de víctimas del terrorismo. Por primera vez afectados de las violencias de ETA, los GAL y el Batallón Vasco Español (BVE) se reunieron en un mismo acto para recibir el homenaje y el reconocimiento del Gobierno Vasco y las instituciones vascas. Tuvieron el arrope solemne del lehendakari Iñigo Urkullu que subrayó que el sufrimiento padecido por las víctimas “fue injusto” y abogó por que víctimas y sociedad caminen juntas y unidas en la construcción de la convivencia.
Fue un acto plural y transversal que reunió a unas 60 víctimas de terrorismos de signos diferentes unidas por el deseo de avanzar juntas y sin rencor. En el círculo que configuraron para permanecer en silencio durante un cuarto de hora en recuerdo a todos los golpeados por el terrorismo se pudo ver a Carmen Illarramendi (herida, junto a su ya fallecido marido, en un atentado del BVE), Asier González (hermano de Yolanda, asesinado por la extrema derecha en 1980) o Cándido Gómez (hermano de Enrique Gómez, asesinado por el BVE hace 38 años); o víctimas del GAL como Laura Martín (viuda de Juan Carlos García Goena, que falleció en 1987 al estallarle una bomba lapa) o Pili Zabala (hermana de Joxi Zabala, asesinado hace 35 años); o Inés Núñez de la Parte, a la que la Policía española mató a su padre Javier; y también a víctimas de ETA como el ertzaina César Gabancho, Resu Basarrate, Alberto Muñagorri, Rosa Rodero, Alex Moreno, Sandra Carrasco, Pedro Román, Nerea Barrios, Mari Carmen Hernández, entre otros.
También hubo representantes de hasta ocho asociaciones de víctimas como Zaitu, Aserfavite, Fundación Fernando Buesa, Asociación de Víctimas del 11-M, Federación de Asociaciones de Víctimas del Terrorismo, las asociaciones extremeña y riojana de víctimas y la AVT. Junto a ellos asistieron el lehendakari, los tres diputados generales de la CAV, Markel Olano, Ramiro González y Unai Rementeria; numerosos alcaldes, los rectores de las universidades pública vasca y de Deusto, responsables de las patronales de empresarios, con Roberto Larrañaga (Confebask) a la cabeza, así como dirigentes de PNV, PSE, Podemos y PSE. Fue destacada la ausencia de EH Bildu que, al contrario que en Nafarroa -donde sí participó en el homenaje convocado por el Gobierno de Uxue Barkos- anunció que no compartía el planteamiento de la convocatoria realizada por el Gobierno Vasco para este Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, ni tampoco su lema: Fue injusto, sociedad y víctimas, juntas construyendo el presente y el futuro. Sí estuvo el secretario general de EA, Pello Urizar, que se desmarcó de la postura oficial de la coalición a la que pertenece su partido y asistió al homenaje, como lo ha hecho en los últimos años.
Precisamente, el mensaje del discurso del lehendakari pivotó en torno a la injusticia sufrida por las víctimas. Señaló que el reto ahora es “asumir juntos”, sociedad y víctimas, la tarea de construir la convivencia presente y futura: “Afirmamos que fue injusto y que ahora caminaremos juntos. No hay dos partes, las víctimas por un lado y la sociedad por otro”.
Urkullu se comprometió a promover el encuentro y la unión entre la sociedad y las víctimas. “Lograrlo - afirmó- es demostrar que, a pesar de todo, la voluntad de convivir democrática y pacíficamente es más fuerte que la violencia y el terror”. También puso de manifiesto el derecho que tienen las víctimas del terrorismo a la verdad, la justicia y la reparación.
También hizo un hueco para la autocrítica al señalar que “no sabemos si alguna vez ETA y el resto de organizaciones terroristas llegarán a hacer una lectura autocrítica sobre lo que hicieron”, pero “deberían hacerlo” y la sociedad y las instituciones vascas “sí podemos hacerlo”.
A su juicio, la violencia de ETA requiere una valoración expresa de su injusticia por “la gravedad e intensidad” de los daños humanos causados, por su prolongación en el tiempo “y su intencionalidad de imposición política” y “por el acompañamiento socio-político con que contó”. En este punto, volvió a incidir en que decir que fue injusto “significa también rechazar su enaltecimiento, legitimación o justificación”.
Sobre la violencia y los atentados perpetrados por los GAL, el Batallón Vasco Español y organizaciones terroristas similares afirmó que “decir fue injusto significa recordar que su violencia provocó víctimas mortales y gravísimos sufrimientos que no siempre fueron reconocidos y, en algunos casos, ni siquiera investigados”.
Su marido fue asesinado por ETA cuando conducía el coche en el que, en el asiento trasero, llevaba a su hijo a la escuela. En el último cuarto de siglo, Rosa Rodero ha participado en numerosos actos de víctimas, sin embargo ayer vivió el “sueño” de “reunir y unir a víctimas de diferente signo: de los GAL, de ETA y del Batallón Vasco Español”. A su juicio, el de acto de ayer fue “plural” y el lema muy elocuente y acertado. “Algunos no están de acuerdo, pero es evidente que [el terrorismo] fue injusto y todas las víctimas, sean las que sean, pensamos lo mismo”, señaló en declaraciones a este diario. “Lo que hemos vivido cada una de las víctimas y sus familias no tienen justificación de ningún tipo. Matar no tiene ninguna justificación”.
El 26 de enero de 1982 tenía solo 10 años y mientras caminaba junto a la sede de Iberduero de su municipio, Errenteria, le estalló al lado un paquete bomba que ETA había dejado para atentar contra la oficina de la actual Iberdrola. Alberto quedó mutilado, perdió una pierna, y aún tiene parte de la metralla en su cuerpo. Ayer saludó a otras víctimas del terrorismo y compartió con ellas sus impresiones, entre ellas, como señaló a este diario, que “no hay mejor lema que este para este acto porque es evidente que fue injusto”. Considera que es algo “elemental” y no entiende que “algunos no pueden asumirlo y no logremos ponernos de acuerdo en esto”. “Políticamente, hemos echado en falta a algún partido”, concluyó en referencia a EH Bildu.
Nerea Ijurko, hija de Jesús María Ijurko y María del Carmen Illarramendi, heridos en 1980 al explotar una bomba en su automóvil reivindicada por el Batallón Vasco Español (BVE), calificó de “muy importante” lo manifestado por el lehendakari Urkullu en relación a lo injusto de todo terrorismo. En declaraciones a este diario señaló que el lema del homenaje es “muy acertado porque ahí cabemos todos y no queda nadie fuera”. Emocionada por el acto que reunió a víctimas de todas las violencias, Nerea subrayó la importancia de que estén todas ls víctimas. “Si no estamos todos la historia no está completa. Tenemos que respetarnos entre todos, hablarnos, eso es lo importante”.