WASHINGTON. "Estamos más preocupados aún por el posible uso de gas sarín. No tengo evidencias, pero lo que digo es que otros grupos que se encuentran sobre el terreno -como organizaciones no gubernamentales y combatientes- han dicho que se ha usado sarín y estamos buscando evidencias", comentó Mattis.
Las declaraciones de Mattis, hechas a primera hora del día a un grupo de periodistas en el Pentágono, se producen un día después de que el Departamento de Estado anunciara que está investigando un posible nuevo ataque con armas químicas contra la población de Guta Oriental, el principal bastión opositor de la periferia de Damasco.
De confirmarse las acusaciones, surgidas a raíz de una investigación periodística, se trataría del tercer ataque de este tipo sobre esta localidad en solo treinta días.
La portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, no dudó este jueves en responsabilizar al gobierno del presidente ruso Vladimir Putin de estos ataques, que violan los acuerdos de la Convención de Ginebra, por prestar apoyo al régimen de Al Asad.
En este sentido, Mattis dijo hoy que el régimen sirio podría estar siendo "mal aconsejado" y confirmó que Estados Unidos está investigando las acusaciones.
Además, Mattis no descartó que, de continuar los ataques químicos, el Pentágono podría optar por tomar represalias.
En abril de 2017, Estados Unidos llevó a cabo una acción militar contra el régimen de Al Asad, en respuesta a un ataque químico similar, y sus Fuerzas Armadas bombardearon la base aérea de Shayrat.