Donostia - Los vascos que tienen prescritos tratamientos farmacológicos ya pueden viajar a otras comunidades sin preocuparse de acudir antes a su médico para que les haga la receta en papel, ya que el Ministerio de Sanidad acaba de validar la receta electrónica o e-rezeta de Osakidetza y ya está conectada con el resto de autonomías. Gracias a la incorporación del País Vasco al servicio de interoperabilidad del Sistema Nacional de Salud, se habilitan estas recetas para obtener medicación en cualquier oficina de farmacia del Estado español, independientemente del lugar donde le hayan realizado la prescripción.
El consejero de Salud, Jon Darpón, ya adelantó a este periódico el pasado verano que la e-rezeta estaría lista para funcionar en el resto del Estado a finales de 2017. Con este paso, los vascos que se encuentren fuera de Euskadi solo tendrán que presentar su tarjeta sanitaria en la farmacia para que les dispensen las medicinas prescritas por su médico, sin necesidad de presentar ninguna receta en papel, fórmula que era la habitual hasta ahora. Tampoco será necesario hacer acopio de fármacos para trasladarse fuera.
Sin embargo, no será posible todavía usar la receta electrónica de Osakidetza en Andalucía, Baleares y Madrid y en Ceuta y Melilla, que todavía se encuentran “trabajando en adaptar sus sistemas” a este nuevo método.
La e-rezeta, que comenzó su despliegue en Euskadi en abril de 2013 y finalizó su implantación a finales del mismo año, ha supuesto un cambio cultural y social muy bien valorado por la sociedad vasca. Este sistema trata, además, de potenciar un uso seguro y eficiente de los medicamentos y, al mismo tiempo, hacer más eficaces los trámites administrativos de recetas. De hecho, la receta electrónica está operativa las 24 horas y los 365 días del año y en estos momentos, cada jornada se dispensan una media que supera las 90.000 recetas. De lunes a viernes se vienen a dispensar entre 100.000 y 140.000 diarias, los sábados una media de 40.000 y los domingos más de 6.000.
Ayer, el Ministerio de Sanidad comunicó la inclusión del País Vasco en el citado servicio de interoperabilidad, al que también se van a sumar Asturias, Cantabria, Catalunya y Murcia y que ya está operativo en catorce comunidades autónomas, según precisó el Ministerio.
Las cinco regiones que se incorporan ahora al sistema comenzarán de forma inmediata, si bien alguna de ellas tardará todavía algunos días por motivos técnicos y lo harán a lo largo de enero.
El objetivo de esta medida es que los pacientes puedan obtener sus medicamentos en cualquier farmacia del Estado, con independencia de en qué comunidad hayan sido recetados y “sin necesidad de preocuparse en sus viajes por las fechas de dispensación en las que tienen que retirar la medicación o sin tener que acudir a su médico para que les realice anticipos de la misma”.
Y es que la gran movilidad geográfica de los ciudadanos hace que se necesite obtener las medicinas recetadas en un lugar distinto al de residencia habitual del paciente y el sistema común de receta electrónica del SNS se orienta a satisfacer esta necesidad.
De hecho, las oficinas de farmacia de las nueve comunidades autónomas que ya disponían anteriormente de este servicio han realizado más de 136.000 actos de dispensación, suministrando más de 300.000 envases de medicamentos a pacientes procedentes de otras autonomías.
Ventajas Entre las ventajas de la receta electrónica, Sanidad destaca que el médico puede programar, en una única consulta, la prescripción de medicamentos para un tiempo prolongado, lo que resulta de especial importancia en tratamientos crónicos, pues evita la carga burocrática y la repetición de consultas, ahorrando molestias al paciente. También limita el almacenamiento de medicación en el domicilio y mejora el conocimiento de la adherencia del paciente al tratamiento prescrito.
Además, la prescripción electrónica favorece la seguridad del paciente mediante la incorporación de sistemas online de ayuda a la prescripción, que ayudan a la detección de interacciones medicamentosas, duplicidades terapéuticas, etc. La eliminación del papel en las recetas implica, además, un elemento de respeto al medio ambiente.
Sin embargo el sistema de interoperabilidad se está implantando con mucho retraso. El proyecto se ha resistido y la interconexión acumula mucha demora. En 2009, el Gobierno español aprobó una iniciativa para impulsarla que pretendía estuviera totalmente operativa en dos años, pero todavía no se ha conseguido.
Ayer, el Ministerio de Sanidad recordó que la puesta en marcha de este servicio requiere de unos trabajos técnicos complejos que, además del Ministerio, han debido realizar las Consejerías de Sanidad y los Colegios Oficiales de Farmacéuticos, con la colaboración del Consejo de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España.