Personas muertas. Entre los años 1976 y 1988 un total de ocho personas fueron asesinadas en la localidad por las distintas ramas de ETA y los Comandos Autónomos Anticapitalistas. La primera víctima mortal del municipio fue el empresario Ángel Berazadi Urbe (el 8 de abril de 1976) y la última Patxi Zabaleta Aizpitarte (el 6 de junio de 1988).

Heridas. Cinco personas resultaron heridas en dos atentados perpetrados en 1984 por ETA (m) y los CCAA; entre 1979 y 1998 ocho personas resultaron heridas de consideración por las Fuerzas del Orden Público y en las fiestas de 1996 otras cuatro personas fueron agredidas en acciones callejeras.

Torturadas. El estudio realizado por Argituz ha podido constatar la existencia de 124 detenciones en Elgoibar, de las que 28 se saldaron con denuncias por torturas (22 hombres y 6 mujeres).

Amenazadas. Nueve personas (8 cargos políticos y 1 periodista) necesitaron escolta tras recibir graves amenazas o sentirse perseguidas, intimidadas y acosadas por sus ideas, posiciones políticas, profesión o actividad social.

Ataques a bienes inmuebles. En Elgoibar se contabilizan 62 atentados de kale borroka, 5 atentados de extrema derecha y grupos parapoliciales y 15 atentados de ETA y los CCAA.

elgoibar - Ocho personas asesinadas por las distintas ramas de ETA y los Comandos Autónomos Anticapitalistas (CCAA), 5 heridas en atentados de ETA (m) y los CCAA, 4 agredidas en acciones callejeras, 8 heridas de consideración por las Fuerzas del Orden Público, 124 detenidas de las que 28 presentaron denuncias por torturas bajo custodia policial, 9 personas necesitaron escolta tras haber sufrido amenazas, 62 atentados de kale borroka, sabotajes y acciones violentas, 5 atentados de extrema derecha y grupos parapoliciales contra bienes inmuebles, 15 atentados de ETA y los CCAA contra bienes inmuebles...

Son solo algunos de los escalofriantes datos que se pueden extraer del documento Hacia una memoria compartida, promovido por las diferentes formaciones políticas de la corporación elgoibartarra (PNV, EH Bildu y PSE) con el objetivo de plasmar “las violaciones de derechos humanos y los hechos violentos de diferente naturaleza acaecidos en la localidad entre los años 1956 y 2016”.

El informe, elaborado por la asociación pro derechos humanos Argituz, se presentó durante la tarde de ayer en el auditorio de la escuela de música del pueblo, al que asistieron varias decenas de ciudadanos con el fin de conocer las particularidades de un trabajo que recoge “todas las verdades, los relatos, los hechos y las visiones que hemos podido recoger”.

Todo ello, explica la alcaldesa, Ane Beitia, “para que sirvan de base para llegar a una memoria social compartida y ayuden a entender lo que pasó, cómo pasó, por qué pasó y, sobre todo, para que contribuyan a restaurar la convivencia y la confianza entre todas y todos los elgoibartarras”.

Además de las vulneraciones de derechos y otros hechos violentos acontecidos en la localidad durante las últimas seis décadas, el documento que presentaron ayer los miembros de Argituz Aintzane Gamiz y Jon Moñux también recoge (a lo largo de 245 páginas) “las opiniones y testimonios sobre la violencia y su impacto en la convivencia” de ciudadanos de las más diversas ideologías como Nerea Alustiza, Mari Juli Arregi, Justo Arriola, Ane Beitia, Arantxa Berasaluze, Juan Jose Bastarrika, Bruno Guerrero, Pello Mendizabal, Noemi Otegi Lopez de Murillas o S.J.A.

Sea como fuere, el informe elaborado por Argituz sirvió para conocer los nombres y apellidos de decenas de personas de la localidad que en las pasadas décadas vieron vulnerados sus derechos humanos como consecuencia de “graves violencias de diferentes orígenes”, pero también para constatar los muchos años “de auténtico terror” que vivió la población como consecuencia de los ataques contra locales y edificios de titularidad pública y privada.

En cualquier caso, los autores del estudio incidieron en la idea de que el trabajo realizado “no es ni el punto de partida ni el destino de nada, sino un paso más en el camino hacia una memoria compartida que solo puede escribirse con una mirada limpia hacia todas las víctimas”.

Por eso, Hacia una memoria compartida “no es un documento cerrado ni acabado” sino “un instrumento de trabajo para futuras políticas municipales en el ámbito de la memoria”.

Eso sí, este trabajo “debe tomarse como un aporte útil para el conocimiento del pasado que nos valga para avanzar en la convivencia”. De hecho, “desde hoy mismo” el Consistorio recogerá las aportaciones de todas las personas que lo deseen en la Oficina de Atención a la Ciudadanía, por correo postal o a través de la dirección bizikidetza@elgoibar.eus.