donostia- Cada uno tiene su propia naturaleza, pero todos suman atractivos y experiencias únicas e inimitables para las miles de personas que regularmente recalan en algún punto de la geografía vasca. La red de seis museos y centros de interpretación enogastronómicos agrupados en el portal web gastromuseums.com, apoyado desde el Gobierno Vasco a través de Euskadi Gastronomika, busca hacerse un hueco propio en la agenda de un sector tan competitivo como el turístico y, más aún el gastronómico cuyo peso en la cuenta de resultados cada vez es mayor: más del 20%.

Para ello, esa media docena de centros temáticos ya han puesto en marcha varias iniciativas con las que reforzar su presencia. Solo durante el año pasado, acogieron en sus instalaciones a varias decenas de miles de personas. Los promotores de este paquete turístico ya trabajan en la participación y organización de eventos en tierras vascas y en capitales del Estado como Madrid o Barcelona, adelantaban, sabedores del tirón de la cultura gastronómica.

También están ultimando un diseño especial para la venta conjunta de todos los productos representados en estos museos enogastronómicos: el centro temático del vino Villa-Lucía (Laguardia-Biasteri), Txakolingunea (Bakio), el Museo de la sidra (Astigarraga), el caserío-museo Igartubeiti (Ezkio-Itsaso), el centro de interpretación del queso (Idiazabal), y el centro de la alimentación y la gastronomía d’Elikatuz (Ordizia). Este último, por ejemplo, ha recibido 27.177 visitas en los tres últimos años teniendo en cuenta que en temporada baja únicamente abre en horario de mañana, ilustra Leire Arandia, responsable de este centro de interpretación de la alimentación, la nutrición y la gastronomía, y coordinadora de la red gastromuseums.

El de Idiazabal (que en temporada baja solo abre los fines de semana y con cita previa) ha acogido a 18.971 personas durante ese mismo periodo; por el museo Igartubeiti han pasado 24.521 personas; y por el de la sidra, en Astigarraga, 31.483 personas; el Txakolingunea se quedó en 13.194 visitantes; y el centro temático del vino en Biasteri-Laguardia ha recibido a 53.003 personas en estos tres últimos ejercicios.

Gastromuseums crece Este club de museos y centros de interpretación enogastronómicos podría engordar en próximas fechas con “dos o tres” incorporaciones: el Museo de la sal localizado en Leintz Gatzaga, el conjunto monumental y patrimonial del Valle salado de Añana y, por último, Txokolateixia, el centro de interpretación del chocolate de Oñati. Según datos aportados desde el Departamento de Turismo, Comercio y Consumo, la cultura gastronómica (y enológico) es una de las principales razones esgrimidas por los más de tres millones de visitantes que el año pasado llegaron a Euskadi.

En concreto, ocupa el segundo puesto en la categoría de motivaciones contemplado en el estudio del sector Ibiltur 2010-2014, por detrás de los city breaks (turismo urbano de fin de semana, puente festivo,?). “Para hacerse una idea -detallan desde el Departamento- la cuota del producto Gastronomía y vinos en la demanda turística de Euskadi ha aumentado ocho puntos desde el año 2010” al pasar del 13,8% al 21,4%. Muy por encima de otros motivos como el de turismo rural que en 2014 (últimos datos disponibles) representaba un 6,3%, casi diez puntos porcentuales menos que en 2010.

El resto de ítems contemplados han experimentado un aumento en ese periodo: el de naturaleza y aventura ha saltado del 2,8% al 9,1%; el de sol y playa se ha duplicado al pasar de, 5,7% al 11,7%; el relacionado con la cultura y eventos también ha crecido de un 12,2% a un 15%; y el denominado Touring (Rutas) ha ganado un par de puntos (del 10,5% al 12,1%) en ese reparto del mercado. La persona turista que llega Euskadi para conocer su gastronomía gasta algo más de cien euros (102,50) al día y es, además, el principal atractivo que los visitantes destacan al finalizar su estancia.