Donostia - Una vez pasado el refrendo de la militancia en las urnas con un amplio respaldo del 85%, la nueva secretaria general del PSE, Idoia Mendia, empieza ya a dar forma a la ejecutiva que someterá a votación de los delegados el próximo domingo, en la última jornada del congreso extraordinario del Partido Socialista de Euskadi. En lo alto del organigrama, como número dos y en sustitución de Rodolfo Ares, Mendia se inclina por situar a un perfecto desconocido fuera del partido. Si no se tuercen las cosas de aquí al domingo, el nuevo secretario de Organización del PSE será Miguel Ángel Morales, que lleva en ese mismo cargo pero en Gipuzkoa desde hace catorce años.

Su escaso perfil público se contrarresta con el creciente poder que ha atesorado no solo entre los socialistas guipuzcoanos sino en todo el PSE. Mano derecha de Jesús Eguiguren, Miguel Buen y, en los últimos años, Iñaki Arriola, controla el aparato de ese territorio hasta tal punto que ha conseguido el mayor apoyo posible en torno al reelegido secretario general de Gipuzkoa. Pero su ascendiente sobre todo el PSE es palmario. Patxi López lo integró en su ejecutiva de 2009, aunque sin responsabilidad concreta. Es miembro del Comité Nacional del PSE y del Comité Federal del PSOE -máximos órganos entre congresos- y desde hace unos días es el único vasco en el órgano del Partido Socialista Obrero Español que tendrá la última palabra a la hora de decidir las candidaturas municipales, autonómicas y a Cortes Generales.

Exconcejal en Ibarra y Azkoitia, y miembro de la gestora que gobernó Zumarraga entre 2002 y 2003, es buen amigo de Mikel Torres, aunque eso no le impidió ser el gran promotor en Euskadi de la candidatura de Pedro Sánchez, quien ganó en las primarias en la CAV en gran medida por el empuje del aparato guipuzcoano y la capacidad de Morales de organizar en el conjunto del PSE una sólida red de apoyo alrededor del político madrileño

Este control del partido en Gipuzkoa también ha sido decisivo para que Mendia haya podido salir con la cabeza bien alta del reto de enfrentarse al voto directo de los militantes. Ahora, la nueva secretaria general devuelve el favor al PSE de Gipuzkoa -“va a reconocer el compromiso de una organización que se ha entregado a tope con ella”, dicen en el partido- al elegir como su mano derecha a Morales, al que pondrá como tarea que fortalezca la estructura del partido. Y es que la alianza de las direcciones de Bizkaia y Gipuzkoa no es nueva en el PSE. Es la misma que sellaron en 2002 Jesús Eguiguren y Patxi López para relevar a Nicolás Redondo Terreros.

No será la única novedad de la ejecutiva que perfila Mendia, que ayer mantuvo su primera reunión con los nuevos secretarios territoriales. El “nuevo ciclo” que se inaugura en el PSE se traducirá, así lo aseguraron la nueva dirigente y el también recién elegido secretario general en Bizkaia, Mikel Torres, en que “personas que han estado en segundo nivel pasarán a primera nivel”. Ese podría ser el caso de Ekain Rico, un joven socialista asesor jurídico del partido y miembro de la ejecutiva de López, que previsiblemente ascenderá al pasar de una vocalía sin cartera a una secretaría con responsabilidad concreta. Por su lado, Ares, José Antonio Pastor, Txarli Prieto o Isabel Celaá quedarán fuera de la nueva ejecutiva, así como Eguiguren. Mendia piensa en eliminar la figura de presidente del partido, ya que no la ve “necesaria”.

“sin sectores” Tanto Torres como la nueva secretaria general en Araba, Cristina González, apelaron ayer a la integración en sus respectivas ejecutivas de partidarios de los candidatos alternativos aunque no precisaron en qué medida se realizará. González mostró su intención de evitar la dinámica de bloques en Araba. “Se acabaron los sectores”, destacó, al tiempo que no descartó a nadie para su ejecutiva, ni siquiera a su predecesor, Txarli Prieto. La dirigente alavesa seguirá como portavoz en Juntas Generales mientras que el vizcaino dejará la Cámara foral tras el pleno de política general.