zizurkil - El miércoles, en vísperas de San Isidro, patrón de los baserritarras, la escuela agraria Fraisoro de Zizurkil celebró una jornada de puertas abiertas para estudiantes, familiares y personas interesadas en conocer los secretos de esta escuela profesional con 116 años de historia. Aunque el sector primario ha perdido la relevancia que tenía hace un siglo, la celebración del 15 de mayo sigue siendo una referencia en Fraisoro, que se fundó en 1898 a iniciativa de la Diputación de Gipuzkoa como elemento tractor de la economía del territorio. Fue la primera escuela agraria de todo el Estado, "algo completamente innovador", defiende José Javier Ormazabal, director del centro.
Casi 120 años después y pese a la pérdida de peso específico, el sector primario sigue siendo una opción digna para un buen número de personas que cada vez necesitan estar más preparadas para poder ganarse la vida en el mundo rural. Un dato: el sector agrario propició 80 contratos laborales el pasado abril en Gipuzkoa; 16 de ellos, indefinidos. Fraisoro contribuye a este impulso a través de una bolsa de trabajo.
¿la crisis? NOTICIAS DE GIPUZKOA ha estado allí con los responsables de esta escuela integrada en Itsasmendikoi, el Centro Integral para la Formación, Inserción y Desarrollo Rural-Litoral de la CAV. Y con varios estudiantes que ven aquí una oportunidad laboral o un modo de vida.
Andoni Osa es uno de los alumnos de Fraisoro con más galones. No hay más que verle en chanclas entre vacas y puerros. El mundo rural ya le hizo un guiño cuando nació. Cumplió 23 años el jueves, San Isidro. "¿En chanclas en una escuela de agricultura?", bromea un profesor que se cruza con él.
Al terminar el bachillerato, decidió estudiar un ciclo superior de gestión forestal y del medio natural con la intención de ser guarda forestal. Esa primera experiencia en Fraisoro le cautivó tanto que al sacarse el primer título decidió realizar un ciclo medio de producción agropecuaria, una formación que entiende "complementaria" en sus aspiraciones y que, además, le gusta. Está a punto de terminar el primero de los dos cursos.
Andoni, que pasa la semana en la residencia del propio centro, no bromea al decir que las dos primeras semanas en Fraisoro iba a casa "alucinado": "Llegaba y les decía que había aprendido más en dos semanas que en todo el bachillerato. Me iba con sensación de estar aprendiendo cosas únicas".
Esta sensación la comparte su compañera de clase Ane Aiestaran, una licenciada en Enfermería que a sus 25 años y sin problemas de origen laboral decidió realizar un ciclo medio de producción agropecuaria para empezar un modo de vida distinto: "Mi objetivo no es encontrar una salida laboral, sino aprender algo que me gusta, vivir en un caserío y trabajar para mí, no como producción para sacar dinero", asegura.
Dice Mari Jose Maiz, la coordinadora de estudios de Fraisoro, que esta joven de Astigarraga "es una chica de diez". Una alumna aventajada. Ane, al igual que Andoni, valora que en Fraisoro les enseñan "a ser autosuficientes, a solucionar problemas y a no tener que depender de otros e incurrir en el menor gasto posible".
También dice que flipó cuando empezó en el centro educativo: "Aquí he aprendido a soldar, mecánica, montaje de instalaciones, algo de electricidad y fontanería también. Ahora estamos haciendo un gallinero. Yo les digo a mis amigas que la ESO tendría que ser así los cuatro cursos".
la mujer en el campo Pero hablemos de estereotipos. ¿Extraña a los guipuzcoanos que una mujer decida estudiar agricultura? Ane asegura que la imagen de una mujer con un tractor "choca más en la escuela que fuera" y lamenta la escasa presencia de mujeres en Fraisoro. En su clase ahora mismo solo hay otra chica, después de que algunas compañeras decidieran dejarlo a mitad de curso.
Precisamente, las matriculaciones de mujeres se redujeron, admiten los responsables del centro, cuando hace unos años el Gobierno eliminó el ciclo medio de animales pequeños. "Era donde más mujeres recalaban porque era la única enseñanza reglada relacionada con los caballos. Venía mucha gente del mundo de la hípica", asegura el director, José Javier Ormazabal.
Otra chica matriculada en Fraisoro, y bien joven, es Maider Semper, de Hernani. Una buena estudiante que dudó entre una ingeniería agrónoma, opción que aún no descarta, y el ciclo superior de gestión forestal que en septiembre de 2013 empezó en Zizurkil. Al igual que Andoni, quiere ser guarda forestal.
Esta joven de 19 años asegura que en su primer curso está aprendiendo "un montón de cosas" útiles: "Me gusta el monte y trabajar en la calle y veía que yendo a la universidad no lo tendría fácil". Añade que a sus amigas, la mayoría estudiantes de Magisterio, "se les hace raro".
En el segundo y último curso del ciclo medio de explotación agropecuaria encontramos a Aitor Pagola, un joven de Urnieta que ahora está de prácticas en Kaiku, donde ya le han ofrecido un contrato laboral para el verano. Pagola, a sus 19 años, ha podido demostrar los conocimientos adquiridos en esta cooperativa, una de las 320 empresas colaboradoras de Fraisoro que ofrecen prácticas a sus estudiantes.