donostia - Ayer le recibió el consejero de Salud, Jon Darpón. ¿Cómo fue la visita?

-Acudimos Amaia, la novia de Urtzi, y yo, en calidad de hermano. Estuvimos reunidos una media hora con el propio Darpón y con la viceconsejera, Fátima Ansotegi. Lo primero que hicimos fue agradecerles que nos atendieran y nos diesen cita. Y posteriormente le entregamos a Darpón, en un CD, casi 117.000 firmas, solicitando la instalación de desfibiriladores en todas las instalaciones deportivas públicas de Euskadi. Asimismo, le dimos un escrito explicando lo que le ocurrió a Urtzi y lo que pensamos que se puede y se debe hacer. Queríamos adjuntar a todas las adhesiones un texto indicando lo que se demandaba con las firmas.

¿Qué es eso que creen que "se puede y se debe hacer"?

-Cuando empezamos la campaña, nos centramos sobre todo en el tema del desfibrilador automático. Pretendíamos que todas las instalaciones deportivas estuviesen dotadas de este aparato. Pero tanto o más importante es el hecho de que la gente esté preparada, formada y concienciada para su uso. Actualmente, lo que está legislado es quién puede utilizar los desfibriladores, y no qué zonas o qué instalaciones tienen que estar dotadas de uno.

Así que también han hecho hincapié en la formación de las personas para la utilización del aparato.

-Sí. Al final, la instalación de desfibriladores debe ir unida a la formación para utilizarlos. Una cosa no tiene sentido sin la otra. Dependiendo de la situación de emergencia, puede darse el caso de que, en el lugar en cuestión, no haya una persona formada o con la capacidad suficiente para hacer uso del aparato. Así que nos parece importante y necesario que exista una formación general de la ciudadanía a este respecto. Porque la reacción en este tipo de sucesos tiene que ser muy rápida. Cada minuto que pasa, las probabilidades de supervivencia disminuyen en un 10%. Así que la reacción tiene que ser prácticamente instantánea.

¿Qué esperanzas tienen de que sus solicitudes sean tenidas en cuenta?

-Somos conscientes de que las cosas no van a cambiar de la noche a la mañana, y de que el proceso va a ser largo. Pero creemos que todo debe comenzar desde la educación y desde la enseñanza. Los asuntos relativos a los primeros auxilios tienen que ser básicos en la formación de las personas. Si encima disponemos de desfibriladores, ya tendremos las dos patas sobre las que apoyar las actuaciones en casos como el de mi hermano.

¿Cuál fue la predisposición de Darpón a la hora de escuchar ayer sus propuestas?

-Por un lado, ciñéndonos al tema de las firmas, cabe decir que la cifra de adhesiones no es vinculante para el Gobierno Vasco. No teníamos que lograr ningún número concreto para lograr ningún objetivo concreto. En cualquier caso, las 117.000 firmas sí suponen un reflejo de la opinión ciudadana. Pienso que la gente está concienciada de la importancia de todo lo planteado, y que además se ha identificado con el caso de Urtzi. Todos tenemos un amigo, familiar o conocido que practica deporte, o que sabe de sucesos similares al que hemos vivido. Somos muy conscientes del momento difícil que vive la sociedad desde el punto de vista económico, pero sinceramente pienso que se puede recortar de otros gastos para dedicar dinero a los desfibriladores y a la formación para utilizarlos.

Antes aludía a que tienen asumido que los progresos van a llegar poco a poco.

-Sí, es cierto, pero también vemos factible que, a corto plazo, se den una serie de pasos. Por ejemplo, disponer primero de estos aparatos en las zonas deportivas. Al final, es lo que a nosotros más nos llega, porque a mi hermano le pasó lo que le pasó practicando deporte. Y luego esto debería hacerse extensible al resto de zonas públicas donde se dé mucha afluencia de gente. Porque la estadística dice que, cuanto mayor sea el tránsito de personas en un sitio, más probabilidades existen de que pasen cosas así.

¿Y en lo que se refiere a la formación? ¿Ahí los cambios van más para largo?

-Quizás sí en lo que se refiere a la formación general de todas las personas. Pero, por ejemplo, si te fijas, en un partido de fútbol, de baloncesto o de cualquier deporte siempre hay árbitro y entrenadores, ¿no? Sí se podría incluir desde ya mismo una asignatura de primeros auxilios en los cursos de formación para obtener los títulos. Podría ser un primer paso. Porque, de este modo, siempre habrá presente una persona capacitada para utilizar el desfibrilador. Solo con eso, algo ya estaremos consiguiendo.

Al margen de lo oficial y de lo legal, ¿detecta que el caso de su hermano ha disparado las sensibilidades?

-Sí. Algo se ha hecho y algo se está moviendo. Me consta que en la DYA y en la Cruz Roja están promoviendo la formación de las personas. Al menos aquí en Gipuzkoa, se están moviendo de pueblo en pueblo. Y, además, hace unas semanas la Federación Guipuzcoana de Fútbol adquirió unos cuantos desfibriladores para instalar en los campos. Como te decía, algo se está haciendo. Pero se trata principalmente de iniciativas propias por parte de algunas instituciones. Para que todos rememos en la dirección, lo ideal sería promover una ley que regule todo estos asuntos.

Ya ha pasado más de un mes y medio de la muerte de su hermano. ¿Siguen recibiendo muestras de apoyo?

-Las primeras semanas fueron duras, aunque también es cierto que mucha gente se puso en contacto con nosotros para animarnos. Agradezco todas las muestras de afecto, especialmente las de la Real Sociedad y Gorka Elustondo, que era amigo de Urtzi y le dedicó el gol que marcó contra el Barcelona. Durante aquellos momentos, sufrimos mucho la pérdida. Pero, si se puede decir así, también percibimos con satisfacción todo el aprecio que se había ganado mi hermano entre la gente.

¿Lo más duro vino cuando terminaron esos homenajes?

-Pienso que, en estos momentos, vamos superando poco a poco el estado de shock, y vamos asumiendo lo que ha sucedido. Lo duro empieza ahora. Todos intentaremos seguir con la vida que llevábamos antes de la forma más parecida posible. Porque lo mismo nunca será. Pero toca aprender a vivir con ello.

¿Les ayudan en este sentido reivindicaciones como la que trasladaron ayer al Gobierno Vasco?

-Siempre hemos dicho que a Urtzi ya no nos lo van a devolver. Pero también hemos sostenido que, si en su día arrancamos esta iniciativa, teníamos que continuar con ella hasta el final, aunque se hiciese duro. Nuestro camino termina con la entrega de firmas de ayer. Hemos dado repercusión mediática al tema, y hemos tratado de aumentar la concienciación pública al respecto. Ahora ya corresponde a otros tomar cartas en el asunto y coger nuestro testigo. Ojalá se consiga algo.